El coge perros II come Figuraos un niño precioso, risueño, recien bañado, calentando su tembloroso cuerpecillo todavía frío, en la puerta de la casa, donde daba de lleno el sol, y entretenido con un perrito blanco, un animalito que ale das parecía una fantasía.
De pronto pasa un hombrazo de mal aspecto y feo, quien al ver al niño le arrebata el perro, y precipitadamente lo encierra en el carro ambulante.
es de El niñito, asustado de ver aquella iniguidad, llora con desesperaiba ción, llama a la madre, pide el perro y por respuesta, aquel hombre feo y de mala apariencia, ríe y hace gala de su autoridad a los presentes; estos se indignan, y los que pasan se detienen extrañados. y suplican se devuelva el perrillo y el contento aquella criatura; pero no hubo caso.
dade La ley lo manda. dijo y estaba orgulloso aquel hombre de cumplir que la ley. así, asustando y haciendo llorar un chicuelo y dando esos espectáculos en el centro de la población.
risus Si está matriculado. afirmó uno. No me importa. fué la contestación. seguida de refunfuños para los que le hacían observaciones, entat Valiente sugeto, ese coge perros. Qué valiente con los de ndo de biles, con los diminutos juguetes de los niños y con los niños. 6: todos nos incomodó que esos hombres invoquen la ley para lacer llorar los chiquillos.
indife Quién es ese hombre. debe ser quizá un. o un. quien hace sufrir a los niños, no tiene corazón, debe ser un degenerado; así pra ver pensé, cuando lo vi alejarse feliz y satisfecho de haber cumplido con la le hiley, y costa de las lágrimas de un niño. Pobre ser. Si supieras que ayer fuiste el hombre más repugfrente mante que han visto mis ojos. al. Con Sienio manti Julio de 1907 caben eros Mi tumba lo o dadosa. contra Bajo el combo turquí y al pie de un árbol caven mi fosa en el nativo suelo: nada de nombre, fecha, losa mármol!
basta una humilde cruz que muestre al cielo.
ca becita Dosición ta nues alejado sonris Hagan rodar encima una gran piedra, y si algo entonces grato puede serme, antes que vista oscura zarza o yedra, graben en ella esta palabra: Duerme!
Adolfo León Gomes 2485