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Al hombre le ¡Oh, rey del orbe. En dónde tu grandeza?
Si es grande, en lo creado, tu dominio, es más grande tu bárbara fiereza; lo saben tus hermanos inferiores!
tus instintos sangrientos de exterminio te obcecan la razón, y, en los ardores de tu egoísmo, estéril y malsano, haciéndote servil de tu inclemencia, no sólo al buey sumiso, hasta tu hermano le arrancas monstruo hambriento! la existencia, tr sa bi na сс Jamás, jamás halló misericordia el fuerte luchador de los cortijos, el que triunfo en las abras de la sierra, el que ganó la mies para tus hijos en ti que despreciaste la concordia por las rudas matanzas de la guerra. en ti, rey de Caines!
en ti, legislador de torpes leyes!
te es de Al devorar la carne de los bueyes se agranda tu miseria en los festines! bi al Lisimaco Chavarria el 01 rr te li ju bi ra CI sa 91 el са al er tr re fa 2534

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