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Ante el mar Para Páginas Ilustradas T Altivo inmenso mar! El inovimiento de tus olas levanta de mi lira la augusta inspiración. que en ti respira bravo titán de bullidor acento!
Ante la roca, si te agita el viento, te yergues desbordante, y si te admira, porque tu empuje la ilusión inspira de que bates también al firmamento!
Qué hermoso es batallar! Vivir la guerra que forjas tú contra la enhiesta roca, golpeando el muro que Yo quiero como tú, batir bravío, la valla que la lucha me provoca, y con mi audacia superar tu brío!
paso cierra!
Agustín Luján Sobre la poesía de América En América la poesía evoluciona hacia un franco y sincero paganismo.
La belleza es alli espectáculo enmarcado en la montaña y lamido por un sol que ciega. El poeta, como cualquiera otro artista que en América nazca, tiene que devolver en su obra la impresión intensa que le produce ese espectáculo de fuerza y salud.
Así la poesia de América ha de ser objetiva, porque el hombre desaparece dents de la naturaleza, y el alma misma en un objeto más.
De la misma manera que en esas rutas inverosímiles de los Andes, se ve desde las cumbres empequeñecerse en el fondo de las quebradas las ciudades, hasta aparecer como cosas de encantamiento microscópico: el poeta que abre su alma las impresiones de aquella naturaleza, ve también reducirse, borrarse, perderse por fin la obra humana. y canta sólo como sonase una piedra rodada un árbol sacudido. Cuál es en América la obra del hombre? Esa humanidad incipiente sólo tiene relieve personal en las tiranías y revoluciones, y las tiranías y revoluciones son simples estados de Naturaleza. El fondo de toda obra humana en América es uno: la aventura. Tal el poeta que baja de las cumbres sale de las selvas, tiene que refugiarse en la storia. la Historia?
Cuando Buffon observaba que en América la vida animal no es nada en comparación la vida vegetal, daba razón para creer que la Historia de América es un combate de cuatro siglos entre la raza humana más fuerte y la Naturaleza más virgen. Por eso, el poeta de América es el árbol que habla En un continente donde hay la cosa más grande de la tierra: los Andes; donde hay la cosa más grande del agua: el Grande Océano; donde hay la cosa más grande del fuego: el Chimborazo: donde hay la cosa más grande del viento: el Pampero: en un continente donde el clima hace ver las cosas y los hombres como a través de una luna de aumento, es preciso que los poetas sean fuertes, sean sanos; sean, sobre todo, hombres y más aún si cabe, hasta llegar, por fuertes, por sanos y por hombres, al tipo nietzcheista del superpoeta.
José Santos Chocauo 2540

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