Juan Loots El público de esta ciudad ha emitido con acierto su fallo imparcial acerca de la competencia y condiciones artísticas del señor don Juan Loots, Director General de Bandas recientemente nombrado por el Gobierno.
Innecesario sería repetir aquí que las audiciones musicales dadas por la Banda de San José en estos días y dirigidas por el señor Loots, han sido coronadas por el aplauso de la sociedad josefina, que mira desde entonces con admiración y respeto al nuevo Profesor, juzgando por hechos reales los excelentes atributos que le adornan para el desempeño de sus funciones docentes, Pero hemos creído oportuno, al publicar su retrato, consignar en las páginas de esta Revista, los antecedentes biográficos del señor Loots, fin de que la opinión general se ilustre en sus juicios acerca de la modesta y distinguida personalidad que nos referimos.
El señor don Juan Loots es hijo legítimo de don Guillermo Loots, de doña Adela de Blaes. Nació en Bruselas el 30 de julio de 1875; así, pues, cuenta en la actualidad 32 años apenas.
Dotado por la naturaleza de vocación artística, entró al Conservatorio de su ciudad natal la edad de doce años, para hacer los estudios elementales de la música, durante cuatro años consecutivos. Debiendo prestar servicios en la milicia belga, se alistó el de octubre de 1891 en el Regimiento de Carabineros, y en 1893, después de haber terminado su instrucción militar, pasó la Banda de Música del mismo Regimiento, en calidad de discípulo.
No por eso abandonó el señor Loots sus estudios en el Conservatorio de Bruselas, sino que, por el contrario, continuó en ellos asiduamente, hasta obtener en 1895 un primer premio de flauta. Para recompensarle en debida forma por este triunfo notable, se le nombró poco después artista músico de su Regimiento.
Al propio tiempo formaba el señor Loots parte principal de varias orquestas de nota, haciéndose oír en los grandes conciertos, tanto en Bruselas como en otras ciudades de Bélgica, en donde alcanzó por su esfuerzo y dotes líricas el título altísimo de artista virtuoso.
Quiso ampliar sus vastos conocimientos y entonces se dedicó al estudio de la composición musical, bajo la dirección experta de uno de los mejores y más famosos maestros belgas, el ilustre Pablo Gilson, quien se rinde homenaje en todos los centros artísticos de la vieja Europa.
Los méritos del señor Loots no podían pasar inadvertidos para el Gobierno de su patria; y con motivo de ellos y de sus buenos y constantes servicios, obtuvo en 1901 una de las más altas recompensas gubernativas: la condecoración militar.
En 1904 dejó las filas de su Regimiento, ingresó en la orquesta del célebre Théâtre Royal de la Monnaie. lo cual bien visto vale tanto como una medalla de oro para un artista. En efecto, el Teatro Real de la 2546