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Su retrato mi Princesita Es un encanto. Tiene una palidez ideal de aristócrata, de alma enferma de princesa de Therán o del sonriente y fértil valle de Kapúrtala, allá en la India.
Con su faz morena y mate de una limpia palidez eléctrica, con sus ojos negros de azabache, ojos de abismo y sombra, como sólo se encuentran en el trópico; con su cabellera tan negra como una noche tempestuosa, me hace soñar en aquellas princesas moriscas de los foridos cármenes de Granada, encerradas en alcázares de perlas, rodeadas de mirtos y arrayanes y en donde fuentes critalinas murmuraban canciones sin palabras, cantos de amor!
Es el hada del Ensueño. Tiene una alma rara, alma de revoltosa que no soporta las miserias de la vida por emprender vuelo a las alturas de la poesía. Alma grande incomprensible, hermana de aquella otra alma que amó tanto el poeta limeño Aménaga, pintada en su célebre. VISIÓN Nunca sabré si me amas, mujer excepcional, pálida y bella como el rayo de luna que de mi estancia brilla en las tinieblas.
Nunca sabré qué esconde esa alma grande y de misterios llena: y sin embargo es tanta mi admiración por ti. Sombra hechicera.
como un rayo de luna, ven siempre a visitarme en mis tinieblas.
Gajaljit San José de Costa Rica.
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