6 Quién fué el primer rebelde en Centro América?
II Rafael de Ariza y Torres, sargento mayor del batallón de Chiquimula, fué el primer rebelde que en Centro América se levantó contra la autoridad, introduciendo el desorden y la anarquía. Habíase distinguido desde los primeros pasos de su carrera política por su odio los llamados insurgentes. En 1813 fué uno de los delatores de la famosa conjuración de Betlén, y en el proceso que entonces se instruyó contra los que se reunían en aquel convento, Ariza y Torres figura como el undécimo testigo. Era realista.
El 14 de setiembre de 1823, víspera del segundo aniversario de la independencia de la patria, después de haber sobornado al cabo Manuel Estrada, y «ofrecido grados y premios los sargentos y cabos, gratificaciones los soldados y alentado la esperanza del pillaje los caribes. enar boló el estandarte de la rebelión en la ciudad de la Nueva Guatemala. El motin se inició en el cuartel del Fijo. Apoderáronse los facciosos del palacio de los antiguos Capitanes Generales, y ahí, en medio del aparato bélico más ostentoso, se hizo proclamar General de Brigada y Comandante General de la Provincia de Guatemala. Hecho esto, se puso al frente de algunas tropas, y exigió con insolencia que la Asamblea Nacional y el Poder Ejecutivo confirmaran el grado y el empleo que sus secuaces le habían concedido por aclamación (1. 1) El de octubre de 1823, el Supremo Poder Ejecutivo de las provincias unidas de Centro América decretaba. 19 Son nulos, criminales y atentatorios los nombramientos que por aclamación y en medio del desorden, la embriaguez y un tumulto sedicioso hizo una parte de la guarnición de esta ciudad en el Teniente Coronel Rafael de Ariza y Torres, y en el cabo Manuel Estrada, para Comandante General de esta provincia y Comandante de la Artilleria.
29. Son también mulas por violentas y forzadas las confirmaciones que dió de esos empleos el autorizado por la Asamblea Nacional el 14 de septiembre.
39 Se declaran responsables la Patria con arreglo las leyes, por la sedición, amotinamiento militar, muertes y desórdenes cometidos en aquel día y en los siguientes, al mismo Rafael de Ariza y Torres, y los que con él concurrieron las juntas en que se formó la conspiración, a los que obraron activa, indirectamente en ella, y los que la efectuaron ya como cabezas motores, bien como cómplices, bien sean militares ciudadanos particulares. Todos serán juzgados por el tribunal que designa la ordenanza de ejército con arreglo al Código Penal de la misma y leyes posteriores existentes. El Comandante General de la fuerza de operaciones contra la del faccioso que se halla en la Antigua Guatemala, después de haber tomado sus medidas con arreglo las instrucciones que ha recibido, dirigirá Ariza y sus tropas la intimación correspondiente insertándole este decreto que comunicará igualmente los Comandantes de cuerpos piquetes que se hallan en aquel punto, previniéndoles depongan las armas desde el Jefe Ariza hasta el último, sometiéndose al tribunal que debe juzgarlos.
59 Si en el término que fije el Comandante General para esta disposición y sometimiento no la verificaren los jefes, oficiales y tropa, serán tratados como rebeldes y contumaces, y juzgados en este concepto.
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