Guardar

Páginas Ilustradas Revista Semanal Ano IV Director, Dróspero Calderón No. 164 Liszt La brisa retozaba en la espesura dejando al paso rumoroso alarde y la fuente quejábase en la hondura, como un alma entregada a la tortura, al ver morir en el confin la tarde.
El ascua de oro sus fulgencias blondas extendió sobre el árbol y los yermos, y dijo el ave sus tristezas hondas y una canción de grillos en las frondas fingió quejas de espíritus enfermos. tú inclinada en el cojín de raso hundiste en el azur tus negros ojos, y contemplaste el sol que, paso a paso, marchaba taciturno hacia el ocaso entre un cortejo de fantasmas rojos.
Estabas pensativa,. En la gigante turquesa del empíren, sus rolas abrieron dos gardenias de diamante y bañaron de lumbre tu semblante, y en tu faz hubo un tinte de amapolas.
Me hablaste, con tus ojos, del arcano, del ansia de lo eterno tu esperanza y la alba mariposa de tu mano fué posarse Tos lirios de tu piano y de él brotó un perfume hecho romanza.
Llenose de carmines el ambiente y el viejo Liszt apareció en la alfombra con su nimbo de glorias en la frente, y la postrera luz del sol poniente perdióse en los misterios de la sombra.
Lis:maco Chavarría San José. Costa Rica. América Central. 22 de setiembre de 1907

    Notas

    Este documento no posee notas.