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¿Te acuerdas tú del diáfano arroyuelo que surca de mis padres la pradera?
Espejo brinda su corriente al cielo: con flores mil se adorna su ribera.
Tan limpia, tan serena, sonreía enajenada por tu amor, villano, esta alma, que la trocado tu falsía en abismo de horror, en vil pantano. Por ti, negada compasión mi madre por siempre de su vista me rechaza; la maldición terrible de mi padre mi corazón abruma, despeda za. Por ti los besos de pasión intensa, que amante fiel concede ruborosa: aquellos besos de dulzura inmensa, vendió mi boca mercenaria. odiosa!
Por ti la mano que, al llegar la fiesta, tejió guirnaldas de olorosas flores.
arma homicida con deleite apresta y del combate acrece los horrores.
Cuando la muerte rompa mi cadena, expiraré con sin igual quebranto, sola, cual sierpe, cual infame hiena, al par del cielo y de la tierra espanto. Por ti probé dolores infernales, por ti matanzas brindanme placeres.
por ti me aguardan llamas eternales y sueñas en perdón! Jamás lo esperesi Clemencia tanta, que ofrecer no puedo, acaso te conceda el lucreado.
Feliz el alma, con semblante ledo, habré de hollar tu cuerpo inanimado. Con qué delicia clavaré mi espada en ese corazón. de infamias cueva. Dichosa yo. si fuérate otorgada, para extingirla al punto, vida nueva!
Vano es el ruego que jamás perdonan hijos rabiosos de Luzbel, malditos. Ya, seductor, mis iras te coronan!
Muere. en tu sangre lavo tus delitos!
Matanzas. Cuba Smilio Planchet 2649
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