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se cristaliza en las gemas incomparables de los topacios, rubíes, zafiros y esmeraldas, en las turquesas y en los opalos. Amo el sonido, porque brotó como uma rema melodiosa de la agreste caña lírica de Pan: porque tiembla en los bronces de campanas y clarines y vibra en el metal de los oboes: porque se refugia en el cordaje de las larpas sonoras porque es la voz de los ruiseñores y el tesoro admirable de los pianos sinfónicos!
Amo el mármol. a poteosis del cincel. porque sus bloques son urnas donde la naturaleza guarda los prodigios estatuarios y las obras maestras de la belleza humana, vista tras el cristal del genio en los momentos luminosos del Arte esplendente y diamantino!
Amo el porte ducal y el escudo que blasona las estirpes: amo la época suntuosa de la vieja España caballeresca y la noble aristocracia que floreció en Atenas: amo el brillo de las cortes y el boato de las regias basílicas que enorgullecer a la altiva Roma. Soy acaso un Príncipe que viaja de incógnito por el reino de la Vida!
Amo todo lo intangible, como la Esperanza, como la Ilusión, como el Amor. como la Mentira!
Amo la Tradición, porque habita en los viejos y solitarios castillos medioevales palacios de Leyendas en que se incuba todo lo maravilloso como el Infierno. y de cuyos talleres increíbles salen los silfos, las ráyades, las ninfas, las hadas y los genios de los cuentos infantiles. Amo las cosas frágiles como los cristales de Bohemia y la virtud de las doncellas. Así como me encantan las cosas sutiles: el humo del incienso, las esencias de Rigaud y el eterno odor di femina. Amo todo lo que está lejos, como la Infancia, como la Persia. como el Cielo, como los astros, el azul de las montañas. las fajas de los iris y las nieves del Polo. Amo la locura, porque fué la amada de Maupassant y la esposa de Nietzche: amo el alcohol, porque inspiró Edgard Allan; amo el suicidio, porque fué el redentor de Asunción Silva: amo la Tisis, porque fué la postrera novia de Chopin Amo las cosas macabras y los gestos funerarios, las sepulturas y las lápidas, las cruces y los cipreses, las mortajas y las calaveras.
Amo el vicio, porque me lleva hacia el pecado; amo el pecado, porque me conduce al Arrepentimiento; al Arrepentimiento, porque es la estrella que guía hacia el Perdón, y al Perdón porque lo da Dios. sobre todas las cosas: amo el Placer, porque me lleva hacia el país sereno de la muerte!
Managua, Nicaragua 1907.
Guan Avilés 2002 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.

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