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Pensamiento En este momento, sentada aquí, en mi modesta salita, me asaltó el recuerdo de la artista que se llamó Pacífica Zelaya: su espíritu viene mí, como visión melancólica de algo familiar, envuelto en la poesía trágica de su leyenda. La siento en mi alma de mujer sensible, como algo ideal.
que al coronar la meta del arte! vuela desde allí al cielo por la ancha herida que semeja una encendida rosa abierta. Llena de ensueño la mente!
Palpitante de entusiasmo el corazón. Saboreando la belleza del arte! creyente en las ilusiones divinas del artista. Rota violentamente la carnal vestidura. Se fué, con todas las flores del alma, sin perder ni una de esas que vamos dejando por el mundo. Se fué como una elegida, en el eco de una melodía y el estruendo del aplauso triunfante. Sobre el armiño del papel vierto este pensamiento de tristeza. con un beso tierno de sentimiento a su memoria.
Fulieta de Mc. Grigor Pacífica Zelaya En la existencia, la ley del contraste es la eterna vida. El raudal es envuelto en el oleaje de la sombra, como lo es la alegría por el dolor.
Al partir Pachica de Costa Rica llevaba en su corazón muchas ilusiones, siendo una de ellas la de terminar su profesión de pianista, pues, en realidad, era un dón que la Naturaleza le había concedido y tuvo la dicha de ver coronados suis deseos, habiendo resultado de las primeras alumnas del Conservatorio de Bruselas, Cuando la esperábamos para felicitarla y con regocijos saludarla por sus brillantes éxitos, en llora inesperada tuvimos noticia de la desgraciada suerte que corrió nuestra querida amiga, que aspiraba con infatigable trabajo terminar su educación artística.
Mas hoy, querida amiga. te encuentras en la tumba, pero gloriosa y llena de coronas y laureles; sólo sí tu afligida familia y amigas piensan en tí comprendiendo los contrastes de la vida y sufren con resignación.
Adiós, inolvidable amiga; el lecho donde duermes es la tranquilidad para ti.
Angélica Chavarria Zamora San José, de octubre de 1907.
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