Combatido ha sido el poeta amigo. y qué. De todos los ataques ha salido ileso cual la hoja toledana después de recio batallar. Además si los luchadores de antaño, desde los sepulcros pudieran hablar. qué no responderían sus acusadores de ayer, de hoy y de siempre, éstos que han completa do lógica y fatalmente el círculo impío de las humanas mise rias en que han sido ahogados tantos hombres, cuyo crimen único fué el de la superioridad, y que, por entre los laureles de sus tumbas, asoman los le pétalos venenosos de esas tres fatídicas flores de las tinieblas: Martirio, calumnia, estigma. Afortunadamente, Chavarría ha triunfado, y pruebas manifiestas son de ello, las inserciones de sus poesías, en autorizados órganos de la prensa extranjera, algunos de ellas con las de colaboradores de la talla de Catulle Mendés y otros célebres escritores franceses. Me refiero El Franco Americano de París y Buenos Aires, revista ilustrada en que aparecen, del mismo Chavarría, las siguientes composiciones: Sombras Humanas, Los Andes (soneto en alejandrinos. y Canto al Trabajo, dedicada esta última al honorable Director de Páginas Ilustradas, don Próspero Calderón.
Siguen: Cuba y América, revista ilustrada de la Habana (Cuba. con Revive, como Lázaro! y La Gloria dijo: Espectación Literaria, de Alicante (España. con dos sonetos: Desde el Trópico.
El Comercio, diario de Quito (Ecuador. con Aquella tarde!
Rigoletto, diario de Barranquilla (Colombia. con De Paso y Al Pentsirdor, y El Diario de la Tarde, de México, el soneto El Arado.
Estos triunfos deben de enorgullecer Costa Rica; han sido alcanzados por uno de sus hijos que ha sabido inspirarse en el verdadero arte.
El arte que simboliza nuestras creencias, revela nuestras aspiraciones, marcha de consuno con los sentimientos de todas las generaciones, es el reflejo de la humanidad, ora gima, ora cante jubiloso su levantada preponderancia sobre el destino de los demás pueblos; el arte que es el alma de las sociedades; hijo predilecto de la civilización, se somete gustoso su im perio, pero siempre complaciéndose en respirar la atmósfera vivificadora de la libertad. Su idioma debe de ser inmortal, porque habla a todos y todos enseña con igual carácter y generosidad.
Salve, poeta, salve!
Carlos Olavarria Venezolano 2758