DE LA HIGIENE SALUBRIDAD PÚBLICAS la no ite ad lla es.
isΤΟ n11El conjunto de las múltiples atenciones de las juntas de sanidad, según lo establece el Board of Health de Londres, puede sintetizarse en cuatro grandes grupos, saber: Servicio de agua pura; Aire puro; 39 Suelo seco, y 4º Alimentación sana. AGUAS PURAS LO ta on as en lo aas eeco Sle 7en en Temería distraer demasiado la atención que ustedes tan bondadosamente me prestan sobre este asunto ya tan trillado, especialmente en San José, donde el agua que consumimos es detestable, si no fuera que aun es motivo de discusión en estos momentos el origen de las aguas que debemos traer a la capital. Sería interminable esta parte de mi disertación con sólo que intentara reproducir los grandes trabajos que después de conocidas las teorías de Pasteur se han escrito con referencia al origen que deben tener las aguas de consumo de una población. Bastará decir que todos concuerdan en que las aguas de manantiales son las que han prevalecido sobre todas las otras de diferente origen y han llevado la victoria con datos estadísticos que no pueden desmentirse ni refutarse. Entre los más modernos documentos que tengo a la vista citaré Baker, Municipal Engineering ana Sanitation: Tournure and Russel, Public Water Supply, y Hasen, de quien extracto de la página 102 las siguientes conclusiones referentes la estadística de 65 ciudades de Europa y América, servidas por aguas de diferentes orígenes. Dice Hasen: Cada uno de estos lugares, que tiene más de 100 defunciones de fiebre tifoidea por cada 100, 000 habitantes, hace uso de agua de río sin filtrar. Viena, que se sirve de aguas de manantiales, con una población de 435, 571 habitantes, sólo tiene 104 defunciones de fiebre tifoidea por año, esto es, por cada 100, 000 habitantes.
En San José la mortalidad por causa de la tifoidea es espantosa, y aun así se discute todavía si son preferibles las aguas del río Tiribí del río Macho las de los manantiales del Padre Carazo. Si San José, como Viena, tuviese aguas de manantial, su mortalidad por tifoidea sería lo sumo de por año, siguiendo la misma proporción. Las aguas de manantiales, una vez analizadas y declaradas puras, no son susceptibles de recibir modificación ni contaminación alguna. Las aguas de ríos, un día puras, pueden no serlo al siguiente, por causa de una contaminación, desde luego que discurren cielo abierto y reciben aguas de afluentes que recorren terrenos pantanosos insalubres, tal y como sucede con las aguas del Torres que tienen un origen palúdico. La atención de las autoridades locales de cada lugar debe dirigirse muy especialmente a la calidad de aguas que se 2825 as C1en le 1)ea וה