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Estad profus caso a blo, de lo hábito las fac te lles so afá pacid gan en el lectua más e la ext social lo llai entre cia de un método, como regla general en el procedimiento, salva respecto del niño las deficiencias de sus maestros y las diferencias entre ellos, pues sabida es la influencia sugestiva que cada cual ejerce en sus discípulos y la tendencia de éstos tomar de su maestro hasta los más pequeños detalles característicos de su persona.
La regla de maestros para cada grado rompe, pues, respecto del niño, la unidad en el procedimiento, en la indole, tendencias y resultados de la enseñanza, y en el maestro, lo habitúa la rutina del grado, convertirse especial.
mente en el expositor de ciertas materias, en las cuales resea quedar bien para recomendarse con sus superiores al fin de cada año lectivo, en que el tribunal comisionado al efecto examina la clase y la califica por el promedio de notas; esto para que en su oportunidad resuelva, quien debe hacerlo, si se mantiene al maestro en aquel puesto, si se le retira se le mejora. aun suponiendo que por vocación, por ver ladero deseo de cumplir bien con su deber, por cualquier otro móvil parecido, toma el maestro verdadero empeño en educar y enseñar sus discípulos. con qué dificultades no tropieza en las sugestiones deficiencias de su antecesor! y, con qué estímulo ha de proceder si piensa su vez que quien debe continuar la educación de aquellos niños, en el año lectivo siguiente, habrá de descuidarse quizá de alterar su magnífica labor! esto. quién lo evita y por qué medios? Nadie. En la imposibilidad, pues, de formar en el niño, con la variedad de maestros, un carácter y un corazón de marcar una tendencia y de fijar una base sólida por sus fundamentos y objetivos, y en la imposibilidad también de que los varios maestros, estacionados en sus grados respectivos, lleguen a conocer el proceso educativo de su discípulo y el resultado final que de él se obtenga, debemos convenir lógicamente en que la unidad de la ense inza primaria se rompe por entero con tal procedimiento, en que cada maestro gira dentro de su limitada esfera de acción, sin estar por modo alguno en el todo de la enseñanza, y en que cada niño se pierde en ese todo, informe por la diversidad de sus componentes.
La cohesión entre los respectivos maestros no puede obtenerse por cuanto cada uno es egoísta en su propio grado, desde luego que trabaja en la parte de la enseñanza que se le encomienda, sin ser, por lo demás, responsable del tra.
bajo de los otros; y si lo dicho no bastare para demostrarlo, es muy elocuente el hecho cierto de que muchos maestros, poco de comenzado el grado y ya porque tengan razón en ello como pretexto para disimular su deficiencia, se lamentan de lo mal preparados que del grado inferior vienen sus discípulos; y de esta suerte, van los unos criticando y deplorando el trabajo de los otros, hasta que llega por último su propio turno la dirección y profesoredo de la segunda enseñanza, quienes, con más autoridad todavía, se lamentan hondamente del resultado general de la enseñanza primaria. qué de extraño tienen para nosotros esos iamentos cuando deploramos también cada paso el rumbo que lleva nuestra juventud, revelador de la más trivial de las educaciones y de la menos consistente de las enseñanzas. La enseñanza en la instrucción primaria debe ser puran. ente elemental; no otra cosa se llega cuando consideramos el lento desarrollo de las facultades del niño y la necesidad de mantener despejado su cerebro, de no atrofiarlo con conocimientos de orden superior, que producen confusión en las ideas y enervan las energías para el aprendizaje posterior. Sucede con frecuencia que el maestro de grado, en su afán de ponderar su competencia y en ausencia de textos que reguiaricen la enseñanza, se extralimita en ella, violentando la concepci de sus discípuics con explicaciones inadecuadas la edad de éstos. si los inconvenientes de este género, insalvables en el sistema que nos rige, por la libertad en que se deja ai aestro en el desarrollo de los programas o por los de fectos de éstos, se agrega que es relativamente excesiva la enseñanza que se 2878 beres neral para prácti pació tunid mism Gobie netra pueb las ru nos a aquel somb mism entre magn mater milda passe deros centi y la fábri de la sin to

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