Sobre Los bueyes viejos Santiago de Chile, 20 de octubre de 1907.
Señor don Lisimaco Chavarria.
San José de Rica Estimado compañero: Acabo de recibir el número especial de Páginas Ilustradas dedicado al Ateneo de Costa Rica, no quiero detenerme en enviarle V. amable poeta, mis más sinceros agradecimientos por la generosa dedicatoria de sus Bueyes Viejos, nerviosa composicion, obra de arte, cuya lectura he saboreado con deleite. ha ido mas lejos que yo. ha cantado el martirio final de las mansas bestias, de manera que la poesía de viene completar á redondear los versos míos.
Es, pues, un doble favor el que le debo.
Gracias nuevamente, acepte un fuerte apreton de manos de su compañero amigo, Magallanes Moure Desde los Andes Colección de poesías de Lisimaco Chavarria San José de Costa Rica, 1907 Con sencilla y benévola dedicatoria ha enviado nuestro diario, el Sr. Chavarría, el tercer volumen de versos que la publicado en pocos años.
con el señor Lisímaco Chavarría ha ocurrido lo que no pasa con la generalidad de los poetas. En efecto, la mayor parte de éstos acostumbran publicar sus versos la sombra protectora de algún amigo, que se encarga de agigantar sus cualidades. El autor por su parte, empieza firmando con su nombre y apellido y, hasta añadiendo uno que otro rasgo distintivo que puede diferenciarlo de cualquier homónimo.
El señor Chavarría publicó sus versos con pseudónimo, sin otro fin que el de publicarlos.
Modesto y tímido esperó en el silencio y la obscuridad el fallo de la opinión pública El resultado fué que la mayoría de los lectores, principiando por fijarse en el mérito de los versos de Chavarría, entró en deseos de conocer al autor y de manifestarle su aprecio, concediéndole el muy merecido título de poeta.
Así de un modo sólido y legítimo se ha formado la ya envidiable fama de Chavarría. El Gobierno de su país, por su parte, ha costeado con fondos nacionales la edición de los versos que han visto la luz pública con el título Desde los Andes y todos los periódicos de Costa Rica la han acogido favorablemente.
Sobre el mérito de las poesías y sobre la índole del poeta diremos algo más tarde. Entre tanto, agradecemos al autor el obsequio de su obra. y prometemos regalar los lectores de El Comercio con algunas de las bellas composiciones que contiene la colección que hemos recibido. De El Comercio, Quito, Ecuador)
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