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a t c t e Y la viejecita, llena de alegrias, endulza sus labios con sonrisas francas, y mientras resuenan las algarabas, ella hace recuerdos de las clirim as y los atabales de los talamancas.
Ella bien recuerda, con duelo infinito, de todo el imperio del Cacique asteca.
y de las ofrendos, junto al monolito, de tribus venidas desde Garabito.
y habla de algodones, y habla de su rueca.
Ella vien recuerda los conquistadores, de mostachos negros y de vos extraña, fornidos y adustos, como domadores, y que llevaron oro, curreces y flores con que sorprendieron las gentes de España.
Pobre viejecita! Sus goces precarios quizá no revivan con nuevos repiques que alarguen los bronces de los campanarios; ni reminiscencias de placeres varios, de dantas en fragas y bravos caciques.
Quiza el año entrante, por la nochebuena, no alegren sus labios fugaces sonrisas, cuando cante el viento sobre la azucena.
y se oigan rumores como de colmena, al són de las danzas que lleven las brisas.
En los ojos mustios de la viejecita ya no se dibujan vagas lontananzas.
Tiene mucho frio, bosteza y tirita, y mientras la gente die solas palpita, ella ve el desfile de sus añoranzas! с 1 C a 1 Lisimaco Chavarria En Costa Rica 2930

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