Guardar

ΠΙ MARZO En profunda quietud, como sin vida, todo yace en la tierra y en el cielo, y sólo allá en el fondo el arroyuelo ondula y pasa como sierpe herida.
El Sol es una lámina bruniida que el aire vela con cerú leo velo y su lus se derrama por el suelo de amarillosa lividez teñida.
La tierra sitibunda en un rescoldo; las montañas en humo se ennegrecen; la Tarde pierde su imperial diadema; Llega la Noche y, bajo el negro toldo, inmensos bloques de rubi parecen los troncos encendidos de la quema.
2951

    Notas

    Este documento no posee notas.