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Fomar lengua Para Páginas Ilustradas No hay uniformidad en el uso de esta frase. pues que unos dicen tomar lengua y otros tomar lenguas. Sin duda lo primero es lo más castizo, si hemos de atenernos al testimonio de los autores principales; lo segundo es más común en los modernos, como se verá luego. Hé aquí ejemplos: Entró inmediatamente en aquella calle con ánimo de tomar lengua del hombre que se aproximaba. Juan Nicasio Gallego, Los Novios, 457, cap. XXXIV. Viendo inútiles cuantos esfuerzos se emplearon para conseguirlo, hizo contruir barracas en tierra, donde se alojó y descansó de sus fatigas, tomando lengua al mismo tiempo de la comarca. Baralt, Hist. ant. de Ven. 250. Hoy hacen algunos de espión el verbo espionar (f. espioner. pero los españoles que a buena dicha no han olvidado su idioma al aprender malamente el ajeno, dicen es.
piar. y según el caso explorar. tomar lengua, voz señas. Id. Dicc, de galic. 252. Avanzando entonces con ánimo de hacer algunos prisioneros para tomar lengua, descubrió un ejército de innumerable muchedumbre. Solís, Cong. de Mej. En el tomo II. 792. col. del Dicede const. y nej. de Cuervo. No se atrevió Berenguer enviar algunas tropas batir los caminos, y tomar lengua (Moncada, Exped.
861, col. Poco después el segundo jefe de la tropa, Marimón, y quince granaderos desembarcaron con pliegos para el comandante de la plaza con el fin de tomar lengua del país. Baralt, Hist. de Nen. II.
758. su gallarda decisión se oponen.
basta tener noticias más exactas; consiguen contenerlo, y galope un escudero diligente envían que llegue a Salas y que lengua tome. Angel Snavedia, El Moro Exp. rom. II. Tomando lenguas de unos y de otros, había llegado saber que su panegirico de los Santos Mártires de Calahorra había gustado cosa mayor al Cabildo. Pereda, Sotileza, 420. Hizo constar en su relación de viaje que en viernes había zarpado del Callao, arribado en viernes Arica para tomar lenguas. Ricardo Palina, Una vida por una honra. Echose a tomar len.
guas, sacó en limpio la desconsoladora certidumbre de que su hacienda liabía pasado otro dueño. Id. Después de Dios, Quirós. Pedro Montesinos El Tocuyo Venezuela. 1907.
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