ranchos, separados entre sí por enormes distancias. El caserío comienza en el propio paso del río y no termina sino ya muy cerca de la Quebrada Hermosa.
Hay una iglesia de techo pajizo y una casa de escuela en construcción que será.
por el momento, la mejor del lugar.
Iglesia de techo pajizo y escuela en construcción en El General La región de El General, por sus condiciones de suelo y clima, está llamada un gran porvenir para la agricultura nacional. Los terrenos forman dos clases distintas y bien determinadas: cerca del rio y en parte llana predominan las tierras de acarreo; y al pie de las colinas y cerros de los alrededores se pueden ver las grandes extensiones de tierra negra, mezclada veces con arcilla.
El suelo es plano, con una ligera inclinactón de S. en la dirección del río, según se podrá apreciar por el dato siguiente: en el Paso los terrenos están una altura de 829 metros, lo que da una diferencia de nivel de doscientos veinticinco metros en kilómetros, sean 25 metros por kilómetro.
En los puntos en que el suelo es de naturaleza aluvial la tierra es muy liviana y de consistencia arenosa, y está formando una capa superficial de cultivo. El subsuelo, también formado por el rio, se compone de capas de pedriscos y cascajos. Tal vez debido esa circunstancia es que las pisadas del hombre y de las cabalgaduras producen en el suelo un sonido sordo, como si el piso estuviera hueco.
El aspecto de la vegetación era muy variado: en ella se ven mezcladas todavía las especies vegetales de los climas calientes y húmedos con las de los fríos y secos. En ninguna otra parte se dan tan admirablemente el tabaco, el café, el cacao, la yuca, el plátano, la caña de azúcar y las legumbres.
La apariencia que presentan los bosques de las vegas, da claramente entender que esas extensísimas regiones han sido en otra época campos cultivados por una población indígena que ha dejado por todas partes señales de su existencia, y esta circunstancia se debe el que en algunas partes no exista la vegetación secular.
Un día después de nuestra llegada visitamos las orillas del río General, y, mientras unos se entretenían en dar caza las garzas blancas y morenas 3005 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica