Guardar

lio de padre zando iciera ar los suieandes eja el en El unas la egas.
o de úlcua, y Que.
oen de enoO, y los umde a ni ina canza cubrir las exigencias del consumo y que es necesario introducirlos de Nicaragua y Chiriquí pagando fuertes impuestos.
El atraso en que desgracia lamente se encuentra la industria pecuaria en El General, se extiende también la agricultura y otras muchas esferas de la actividad nacional. Los procedimientos agrícolas son todavía más rutinarios que los usados en ciertas zonas del interior, con la agravante de que los cultivos se hacen en tan pequeña escala, que son muy pocos los agricultores que se atreven sembrar más de una manzana de tabaco de caña. El arado casi no se conoce y los únicos instrumentos de labranza más generalizados son el machete, la pala, el cuchillo y el hacha. La vida material, pesar de la riqueza de un suelo en que todo se produce, es alli difícil y estrecha; los artículos como tejidos abarrotes alcanzan precios fabulosos, esto cuando se les puede conseguir; por todos partes una ausencia de comodidades tan grande, que uno no puede menos que admirarse de que individuos que habitan relativamente tan cerca de los centros civilizados, se resignen llevar poco más o menos la misma vida que los seres primitivos. Cuando se mide con la mirada y el pensamiento la gran extensión de aquellas tierras que están esperando las caricias del arado para mostrar toda su pujanza, cuando se calculan los enormes beneficios que sacaria la Nación con la mise en valeur de esta inmensa región que con una emi.
gración sana podría llegar formar el núcleo de la agricultura nacional, cuando se ven, en fin, los grandes recursos con que la Naturaleza dotó aquellas regiones privilegiadas, se nos viene la mente preguntar ahora que se dice en todos los tonos. con alguna razón por lo demás, que Costa Rica no es un país productor, cómo es posible que nuestros Gobiernos no hayan hecho sentir su poderosa influencia en aquellos lugares concediendo franquicias al que quiera trabajar y alentando en su labor a los habitantes de El General que no necesitan más que el impulso y el ejemplo.
La población actual de El General es una mezcla de toda clase de individuos de procedencias muy diversas, muchos de ellos son de dudoso origen, otros han llegado allí de la Meseta Central para escapar de la acción de la justicia, muchos impelidos por la idea de enriquecerse fácilmente y unos pocos, tres cuatro, verdaderos pionniers de la civilización, llámanse misioneros hombres de acción, han abandonado el sibaritismo que caracteriza nuestra época para perseguir y alcanzar los ideales por ellos sustentados, No hay entre los vecinos, y posiblemente entre los recién avecindados, unidad de miras; may al contrario, existen, como en toda comunidad pequeña.
odios y desconfianzas, la consabida rencilla lugareña, que imposibilitan y entorpecen el progreso común. Ila sido necesaria la intervención directa de la autoridad del lugar para poner orden en los negocios y hacer que se respete la propiedad. Agréguese lo anterior el que ésta no tenga un carácter definitivo, pues la poca seguridad en la posesión de la tierra o la falta de titulos de dominio, estancan las actividades y quitan el estímulo al trabajador. El Gobierno debiera, pues, dictar a la mayor brevedad, todas las medidas conducentes garantizar los poseedores actuales la propiedad de los terrenos por ellos cultivados.
Se hace necesario una ley especial que reglamente la adjudicación de los baldíos de esa zona, para prevenir las amargas enseñanzas de la costa atlántiEs preciso fomentar la inmigración de razas sanas, usando para ello los métodos empleados por naciones como Chile y la Argentina. Se hace indispensable, en fin, construir un camino que selga al mar, circunstancia que permitirá el comercio de cabotaje con las localidades costeñas y la locomoción al interior de los productos de El General por medio de nuestro ferrocarril al Pacífico.
Hacia la realización de esos fines, es como debe enderezarse la acción gubernativa DE EL GENERAL BUENOS AIRES naensesosa tal 211los led.
is, de ti 2as ca.
El viaje se hace, generalmente, en tres días, por una picada construida por el señor Pittier, sobre la base de un antiguo trillo de los indios.
El camino, si lo comparamos al que ya hemos atravesado, es muy bueno y se puede muy bien recorrer caballo. Al principio es un plano casi perfecto, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Limano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica 3007

    Notas

    Este documento no posee notas.