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Nacional de Agricultura, el Gobierno, mediante su importante iniciativa, impidan definitivamente las quemas en la sabana de Buenos Aires. Alli no se trafa de una forma de labor, como sucede en nuestras mesetas del centro: las sabanas no son quemadas para el cultivo sino por el gusto de verlas arder durante las noches de estío, atentado doblemente criminal de aquellas gentes que no comprenden que así demejoran notablemente el suelo, destruyendo con el fuego sus principios fertilizantes y haciendo cada vez más desven ajosas sus condicioEl clima de Buenos Aires, por otra parte, es ya bastante ardiente para que sus habitantes persistan en una costumbre que tiende a hacer la temperatura más alta cada día. Esta, que sufre pocas variaciones durante el año, tiene un término medio de 249 Pittier.
Por las mañanas, casi siempre, la atmósfera aparece cubierta de una especie de neblina, que cede fácilmente al calentar el Sol. Este fenómeno, que se repite todo el año, es producido por una condensación abundante de los vapores y está favorecido por la topografia del lugar y las cercanías de las mon tañas. El medio día en Buenos Aires és algo insoportable, por no decir infernal: la temperatura se eleva hasta 38 y más grados centígrados y produce veces en ese aire espejismos muy curiosos y refracciones muy sensibles en los objetos de la superficie del suelo.
La población de Buenos Aires es una mezcla de individuos del interior, de biceitas y de chiricanos. Componen el caserío unos 50 ranchos y algunas casas cubiertas de teja, que están distribuidos en desorden al rededor de la ue re血血血wwwmwwmwwmyguya 祖北紐emada lás ea el Cia ie ar al la le is 1al a 21 a Iglesia de Buenos Aires iglesia. Esta, como es natural, es el mejor edificio del pueblo y tiene capacidad para varios centenares de personas.
Los habitantes se dedican principalmente a la agricultura, para lo cual se sirven de los terrenos que se extienden la orilla del río Ceiba. cultivan de preferencia el tabaco y obtienen, por medio de una elaboración parecida la de El General, una calidad que en nada le es inferior; siembran la caña de azúcar blanca y amarilla. y los ocho meses obtienen sus primicias; hacen el dulce para el consumo diario de todos los vecinos: cultivan el arroz, los frijoles chiricanos, los chimbolos y las habas blarcas y de color, de procedencia 3009 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica
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