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1e e, y le particular: sobre un varillaje que descansa en la armazón, se van colocando haces de paja en hileras regulares que luego se prensan y aplastan con una varilla que queda oculta por una segunda hilera. Así sucesivamente van colocando el material hasta dejar el techo con una apariencia completamente lisa impermeable. Un tabanco que se usa para dormir para guardar el producto de las cosechas, una más hamacas que se pueden mostrar como modelos de la industria indígena, varios taburetes hechos cuchillo, uno o más bancos de cuatro patas y hechos de una sola pieza, tres tinamastes per la chicha, tal es hacer la lumbre, una tumba (jak) para moler el maíz que ha de servir para el mobiliario más completo que podriais encontrar en la casa de un indio de Ujarrás. El puerco (cuchi. el perro chichij y la gallina foscoró) son casi los únicos compañeros del habitante de aquella población. El indio de Ujarrás es relativamente más alto que otro cualquiera de sus congéneres de Costa Rica; encontré uno llamado Juan de la Cruz Uba que media 1, 70 de altura y tenía un desarrollo tal del pecho que alcanzaba 1, m. de ancho: era un verdadero gigante. Pero lo más que hubo de llamar mi atención al observar aquella raza, do un conjunto de detalles que inmediatamente nos traen reminiscencias de tofue la hermosura de las mujeres, su gracia singular, su clara inteligencia y todas las cualidades, tanto del orden fisico como moral que adornan embellecen la mujer costarricense. Nuestra primera visita nos pareció haberles causado desagrado: muchos ranchos se quedaban solos nuestra llegada; las mujeres corrian juntarse con sus maridos que estaban en las labores, y las que solian quedarse dentro, esquivaban todo trato con nosotros bajaban la cabeza en nuestra presencia sin pronunciar una palabra. Poco a poco fueron comprendiendo por las mil preguntas que les haciamos, que el objeto de nuestra visita era inquirir acerca de sus costumbres y género de vida. La vista de algunas baratijas las tranquilizó por completo, brillaron sus ojos alegremente con la espectativa de nuestras dádivas y muy luego nos regalaron con el plátano maduro karbi. con chicha y yuca cocida tashkú. nos mostraron sus cultivos de tabaco, los de frijoles kani. maiz ſekuél y los objetos de su industria: Iglesia de Ujarrá reles (jameth. hamacas kipú) y lanzas fkabata. Su confianza llegó luego hasta permitirse ciertas bromas en nuestra presencia y hacernos ciertas confidencias y preguntas que denotaban, sobre todo entre los niños, un gran espEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica 3011

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