Guardar

bres de nuestra raza porque antes de la nuestra han existido otras en este planeta eran menos humanos, más salvajes, arrastraban una existencia miserabilísima, viviendo en cuevas, presa de enfermedades, en lucha perpetua con la desencadenada Naturaleza y con sus semejantes. Los primeros hombres, nuestros antecesores, probablemente carecían de la prerrogativa del lenguaje. No hablaban! En los museos de paleontología de todos los paí.
ses civilizados existen ejemplares auténticos de seres desaparecidos, de las edades que ya pasaron, que son otras tantas páginas de esa historia muda, pero más verídica irrecusable que ninguna otra, que nos enseña cómo se ha ido desenvolviendo la escala de los seres. En el museo arqueológico de Bruselas existe una lagartija, una iguana, el Iguanodón de Bernisart, de tales dimensiones que apenas cabría, por lo alto y por lo largo, en el recinto de esta sala; el inteligente caballo, la más noble conquista del hombre, como dijo el sabio Buffon, procede de un tipo prehistórico que le es muy inferior; las aves que hoy se ciernen en el azul del cielo, fueron en un tiempo, repugnantes reptiles. Así como las especies de hoy difieren tanto de las que les dieron origen, así las especies venideras se diferenciarán de las especies actuales, porque nada nos indica que la Naturaleza haya puesto punto final su obra; sino que, por el contrario, vemos su potencia creadora, siempre viva, siempre nueva, manifestarse por todas partes.
Esta movilidad de las especies vivas, cambiantes sin cesar bajo el impulso de las fuerzas de la Naturaleza se conoce en la ciencia con el nombre de evolución. La resultante final de la evolución es el progreso. Es cierto que en casos aislados vemos fenómenos de atavismo, de vuelta hacia atrás, de regresión los tipos primitivos. Pero ellos son la excepción. La regla es que la evolución es siempre progresiva, hacia adelante, siempre hacia adelante. El torbellino de los seres, salidos de la Unidad Absoluta, es empujado, irresistiblemente, en virtud de la ley de la evolución hacia la misma Unidad, sin que ninguno escape, sin que ninguno pueda quedarse rezagado en esta maravillosa ascensión hacia lo infinito. Este fenómeno portentoso lo expresan poéticamente los filósofos de la India diciendo que después de la expiración de Brahma manifestación universal. sigue su inspiración. Expiración inspiración de Brahma, en las cuales se termina el ciclo de una evolución, que terminan, por decirlo así, una vibración completa, una frase completa de la respiración divina, han recibido en el idioma sánscrito, usado por los filósofos de la India, el nombre de Manvantara. Cuáles son las fu rzas que presiden la evolución de los seres?
Tratándose de los seres inf riores la evolución depende únicamente de las fuerzas creadoras de la Naturaleza, las cuales no son otras que el conjunto de agentes que rodean al in lividuo y que caracterizan el medio ambiente, En plantas y animales, la Naturaleza crea incesantemente nuevos tipos, nuevos individuos, cada vez mejor adaptados al me lio en que viven. Como consecuencia los seres mejor adaptados sobreviven solamente, en detrimento de los menos bien conformados que perecen. De este modo la Naturaleza opera una verdadera selección, la selección natural, que elimina «le la reproducción a los mal dotados y no conserva sino los más aptos, los más fuertes.
La supervivencia del más fuerte es, pues, la ley de la evolución de las plantas y de los butos.
Cuando en la elección de los reproductores vegetales y animales interviene el hombre, la selección toma el nombre de selección artificial y ella Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica 3022

    Notas

    Este documento no posee notas.