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pre raquítico, desmedrado, triste, expuesto enfermedades y la muerte por la más leve causa. Cualquier trastorno en las funciones digestivas de un niño de tierna edad producirá una disminución de su resistencia vital que podrá percibirse durante toda su vida. En las plantas y los animalas sucede lo mismo. Las enfermedades criptogámicas los parásitos no atacan sino las plantas débiles á los animales raquíticos. Los plantadores de café saben que las plantas que en los almácigos no se desarrollaron con vigor, no producen jamás buenos árboles de café, aunque después se coloquen en buen terreno. Todos han podido observar que los terneritos de las lecherías, se mueren son siempre pequeños, raquíticos y tristes, porque no se les alimenta convenientemente; mientras que los que se crían con sus madres en los campos son siempre fuertes, robustos y alegres. No hay, pues, ninguna inexactitud al afirmar que el vigor físico, la resistencia vital, la energía y la aptitud al trabajo de los individuos, y como consecuencia, también la de los pueblos, dependen en gran parte de la buena alimentación, sana apropiada y abundante de los niños durante su tierna infancia. La cuestión, de la buena nutrición de los niños es un problema del más alto interés social.
De él dependen el aumento de la población y el engrandecimiento de la nación. No hay país en el mundo donde se consagren más cuidados los niños que el Japón, y no hay país donde la mortalidad infantil sea menor.
Esto explica el aumento rapidísimo de población y el prodigioso desenvolvimiento con que está asombrando al mundo el imperio del Sol Naciente.
En Costa Rica la cuestión de la higiene infantil, sobre todo en lo que se refiere su buena nutrición, está absolutamente descuidada. Estamos en esta materia en un estado lamentable de atraso. Los poderes públicos, que se ocupan de cosas más o menos fútiles, del ornato de las poblaciones donde faltan las más esenciales condiciones de vida, como son el aire y el agua puros, que gastan enormes sumas en el desarrollo de un poder militar que no necesitamos, en el sostenimiento de gran número de empleados parásitos, que de nada sirven, etc. etc. no se han preocupado nunca de este problema primordial, el más importante de todos los que pueden interesar la Nación: la conservación de la vida de los niños, que represeutan la fuerza, la vida, la riqueza, la esperanza para el porvenir. En el año que acaba de trascurrir murieron seis mil niños en Costa Rica La mortalidad ascendió 20 por mil. Estos niños murieron en su mayor parte de lombrices, de cólera infantil y de miseria fisiológica. de hambre. Muchas mujeres, casi la mayor parte mal nutridas, no pueden amamantar sus hijos. No teniendo leche de vaca con qué suplir esta deficiencia, dan sus niños alimentos inadecuados que les causan la muerte en su mayor parte. Si alguno sobrevive es débil, raquítico y con pocas condiciones para la vida. El cólera infantil y las lombrices hacen sus estragos sobre todo en los niños mal nutridos. De modo que la mortalidad de niños en Costa Rica tiene por causa principal la falta de leche materna en su defecto la falta de buena leche de vaca. La disminución de la mortalidad infantil envuelve, pues, un problema la vez higiénico y agrícola, cuyo principal factor es la producción de mucha, buena y barata leche de vacas. Este desiderátum no puede realizarse sino mediante el cultivo de prados y plantas forrajeras en grandes cantidades y de acuerdo con las mejores prácticas agrícolas. Esta evolución se está llevando a cabo, no sin grandes tropiezos y de la oposición y críticas de muchos, por nuestra Sociedad Nacional de Agricultura.
3032 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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