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que mos cos, nes el itar dos este sar la que lad brires, En cuanto a la leche de que puede disponerse en nuestro país, es de calidad muy variable: la de los campos, cuando procede de vacas gordas y jóvenes, es generalmente buena. La tuberculosis que es el gran peligro que nos expone la leche cuando el Estado no supervigila la producción de este importantísimo elemento de higiene pública se desarrolla principalmente en las vacas viejas y de grande aptitud lechera, sobre todo si están mal nutridas. La leche que producen las lecherías de las ciudades es, para mí, de calidad dudosa. He visto en esas lecherías muchas vacas viejas, flacas, llenas de garrapatas. La explotación intensiva de la leche y la per manencia en locales donde la limpieza deja mucho que desear, exponen esas vacas al peligro de la tuberculosis. En esas lecherías hay, con toda seguridad, muchas vacas tuberculosas, que son un peligro inminente, tremendo, para los consumidores. El viejo doctor Behering sostiene actualmente, después de tantas y tantas controversias sobre la etiología de esta terrible enfermdead, que la tuberculosis no se trasmite por el esputo pulverizado en el aire, sino por la vía estomacal, por la leche de vacas tuberculosas princi.
palmente, y por alimentos infectados con bacilos de tuberculosis. En cuanto la leche que expenden los lecheros, eso no es leche sino verdadero veneno.
Es de absoluta necesidad que se dicten medidas conducentes mejorar la calidad de la leche. De otro modo no lograremos hacer bajar de un modo sensible nuestra gran mortalidad de niños. La principal de estas medidas es, en mi concepto, el examen por medio de la tuberculina del estado de salud de las vacas lecheras. La tuberculina es una sustancia que, inyectada por medio de una jeringa hipodérmica, bajo la piel de una vaca, produce en ella una reacción febril si está tuberculosa, no produce efecto algu no si está sana. La tuberculinación de las vacas lecheras es, desde hace muchísimo tiempo, una prescripción de todos los reglamentos de policía de higiene en todos los países civilizados. Las demás medidas que podrían adoptarse son todas referentes al aseo y al modo de conducir la leche del lugar de producción al de consumo.
El alimento natural del niño es la leche materna. Este alimento es, cuando la madre es sana, ideal, perfecto. No hay alimento alguno que pueda reemplazarle. El niño al cual le falta, puede decirse que está en el lindero de la muerte. La madre que voluntariamente niega el seno su hijo, comete un crimen contra la Naturaleza y no merece el nombre de madre! La herencia que de nuestras madres recibimos, la recibimos por la la sangre primero, por la leche después.
Desgraciadamente muchas mujeres no pueden amamantar sus hijos, causa de enfermedad, la tuberculosis por ejemplo, por falta de nutrición porque carecen de la aptitud de dar leche en abundancia. Este defecto es muy frecuente en nuestro país. En este caso es necesario alimentar al niño con leche de vaca sana, joven y en buen estado de nutrición.
Desgraciadamente los niños toleran mal la leche de vaca, la cual les produce veces los más graves desórdenes gástricos. La causa de este fenómeno es que la leche de mujer difiere de la de vaca, no solamente en cuanto a su composición química, sino también en cuanto a su naturaleza textura puramente física.
La composición química de la leche de vaca y la de mujer, es la siguiente: No ali.
ino ilenal or na un ICde es 5n as 3033 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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