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Filologia La riqueza de nuestro idioma Para Pigias Ilustradas Surge hoy un tema digno de ser desarrollado concienzudamente: y juzgamos que la intelectualidad costarricense, ya tin distinguida, no desdeñará el abordarla (permítasenos el uso de este vocablo) y esclarecer el punto en cues.
tión. Es más rico el idioma inglés que el castellano?
Punto de cita y de gratisimo encuentro ha de ser éste para filólogos de aquende y de allende el mar Atlántico.
Literatos de nota han afirmado que en el número de las ciencias vivas, la inglesa es la más rica, y creen que la nuestra ocupa el tercer lugar.
Discutamos, que nunca está demás salir a la defensa de nuestro hermoso idioma que, no sólo es más rico, sino aun el más adecuado para el desarrollo del pensamiento humano, Se empezará por establecer el acuerdo sobre qué se entiende por riqueza de una lengua ¿Vamos al número de dicciones en uso?
Sin duda por fijarse en el número de voces que contiene en su diccionario la lengua inglesa, afirman que ésta es en realidad la más rica.
No es preciso haber contado materialmente las palabras, para nuestro objeto: la Morfología puede indicarnos el dato que resuelve el problema.
El castellano todavía no tiene un léxico tan completo, ni siquiera aproxi.
mativamente, como el de Webster, ni como el de Littré.
La anotación de voces de Webster es tan exacta, que hay muchísimas vo ces desusadas, y naturalmente así ofrece un número muy crecido.
El inglés tiene palabras de casi todos los idiomas, aunque de algunos como del árabe ha toma lo una que otra, siendo las dos fuentes principales de su Morfologia el latín y el griego. Pero el castellano ha tomado también hasta del holandés.
Ningún hombre ha po tido, ni podrá usar ya, no digamos de todas las voces de su propio idioma, ni de la décima parte Shakespeare usa cerca de 7, 000; Castelar, principe de los oradores contemporáneos, no usó arriba de 1, 900 y el Príncipe de los Ingenios tampoco llegó un mil setecientas. No hay prisa, pues, de que se hallen reunidas en un solo cuerpo todas las dicciones de la lergua, y sin duda por esto ningún literato ni corporación alguna se ha hecho cargo de la labor de reunirlas todas. Sin embargo, no es infundado el afirmar que el castellano es riquísimo.
Ciento sesenta y ocho años, nada más, han transcurrido desde que se publicó el primer diccionario de nuestra lengua, y entonces podian contarse 90 palabras de origen hebreo: godo, 1130: italiano, 157: francés, 204; latino, 5330. vascuense, 1960: griego, 970; árabe, 554. En aquella época el castellano se ofrece muy pobre; pero, merced la energía civilizadora de nuestro idioma, ha venido creciendo enormemente hasta elevar su número una cantidad mayor que la del aleman y el inglés (debiendo excluirse de estos dos últimos las voces que ya nadie usa. Digo que la Morfologia castellana es todavía más amplia que la inglesa; pues nuestros aumentativos, la serie de inflexiones de nuestros verbos, pueden ser y son en realidad fuentes abundantes que contribuyen la verdadera riqueza del idioma de la Real Academia Española, de Andrés Bello y de Rutino Cuervo De todos modos, esperamos con respeto, oir la opinión apreci tbilisima de filólogos costarricenses como el señor don Facio y muchos otros de la bella capital josefina Contreras Guatemala 1908 3072

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