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Una mañana en el Paraíso, Maria de Magdala dijole Jesús. Oh, Señor. perdonadme, Tiempo es ya de que me cumpláis la promesa que me hicisteis en Bethania en casa de mi hermana Marta, en una tarde en que me sorprendisteis mientras me perfumaba mis cabellos. Vos sois bueno y ha nacido ayer en la tierra una mujer bellísima que realizará el ideal más amplio de un poeta soñador. Cumplid ahora en mi obsequio vuestra promesa, Maestro; yo os suplico de rodillas.
Maria de Magdala, mientras hablaba había ido inclinándose poco a poco y cuando terminó ya tocaba con sus rizos los pies desnudos del Nazareno, sobre cuya palidez se destacaban rodeadas de un nimbo admirable, las cicatrices de los clavos con que fué crucificado. Jesús, siempre bondadoso, asió con sus augustas manos un haz de rayos de sol que, ya radiante, iluminaba el mundo, y dijo: Sean estos los cabellos de la novia del Poeta.
Después los arrojó hacia la tierra; y por eso cabellera de mi novia, rubia y fina, supera en belleza todas las más lindas de que nos habla la Historia.
Alejandro Dutary Romeo)
Bohemia alegre Murió bajo el ardiente sol de Constantinopla, querida de un poeta que conoció en París Como una reina rara que sus sueños acopla amó el blasón ilustre de las flores de lis.
Fué su niñez en Londres una doliente copla cantada en los suburbios; creció como una miss sin hogar, pero luego cual ráfaga que sopla pasó llena de encantos. y dejó su país.
La conocí en la Opera en una noche franca de flirt y de locura; tuve su mano blanca en mis manos febriles, y fuí su adorador.
y Risueñamente joven su hermosura divina tenia intensas llamas, y era la for más fina que estaba en moda entonces por su extravagante amor.
Carlos Rigo Colombiano 3096

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