Crónicas internacionales Para Páginas Ilustradas Entre las habas que suelen cocer por todas partes no es mala calderada la que han puesto al fuego Estados Unidos y el Japón, con motivo de la promenade de la escuadra yanqui al Pacífico. y un poco más allá.
En realidad lo de más palpitante interés, actualmente, está en lo que va suceder allá por marzo abril, época en que, más o menos, llegarán los acorazados americanos a San Francisco para tomar rumbo hacia los mares de Oriente, Un distinguido escritor de por acá en otro distinguido periódico, muy leído y muy bien enterado, dice, poco más o menos, lo siguiente: El posible conflicto armado entre Estados Unidos y el Japón, es el tema más interesante que hoy merece discusión. muchos les parece inevitable la ruptura de hostilidades y la verdad es que los síntomas no son del todo tranquilizadores. El más alarmante y al propio tiempo más persistente consiste en que habiendo empezado ya la lucha comercial entre ambos países, el Japón tiene interés muy grande en que se derida pronto su destino. Cuanto más tiempo pase menores serán sus posibilijades de vencer en una lucha armada. Los Estados Unidos disponen de más dinero y pueden por lo mismo, armarse de un modo más formidable. Actualmente la desproporción de elementos de combate está a favor del Japón y es natural que trate de aprovecharse de ello. Otro de los sintomas es que no se ha nombrado sucesor del vizconde Aoki mi se ha pensado, siquiera, en enviar un nuevo embajador Estados Unidos. La guerra, pues, esta de lleno en el campo de las probabilidades y no es trabajo del todo perdido hacer cálculos sobre su duración y sus consecuencias.
Aquí el articulista se lanza lucubraciones de todas clases y llega, como sintesis de ellas, decir cosas tan tranquilizadoras como estas. Cuál es el medio inás seguro de alejar de las costas asiáticas los americanos? Apoderarse de las posesiones que tienen en el Pacífico. Con tomarles Pilipinas y Hawaii se les priva de todo punto de apoyo. Al declararse la guerra, pues, lo primero que harán los japoneses será atacar esos archipiélagos, siendo ellos los agresores. si, como es muy posible, el ataque resulta eficaz y se apoderan de esas islas, los americanos se veráni obligados a hacer que su escuadra avance en demanda del enemigo, ya que no es probable que dejen sin respuesta un golpe tan tremendo. Los japoneses ya dueños de las islas, antes de llegada de la escuadra americana, estarán en excelentes condiciones para hacer frente sus enemigos. Estos tendrán que avanzar llevando una impedimenta parecida a la que llevaba la escuadra rusa mandada por Rodjest venski; tendrán que buscar sus enemigos y librar batalla en el punto donde é: tos les convenga librarla y en esas condiciones es muy posible que un solo combate naval resuelva la lucha.
Vamos: qne ya pueden prepararse por ahí discutir y apostar los yancófilos y los japonófilos, como antes disculían y apostaban (esto es una suposición, los idem y los rusófilos. Por cierto que tengo mucho interés en saber hacia quién se inclina el gran Alejandro dil Cano.
Para la debida ilustración de los que quieran seguir con toda eficacia el proceso de la próxima guerra, sepan que según los datos publicados por las estadísticas americanas en Hawaii¡ay. digo hay 90, 000 colonos japoneses de los cuales mucha parte son veteranos de la Manchuria, y en cambio los americanos sólo tienen alli unos 4, 000 soldados. Con desembarcar en Hawaii un cargamento de fusiles los japoneses en un santiamén se ponen en disposición de dar un disgusto al mismísimo don Teodoro, si es que antes no se ha puesto en su lugar el amigo Root, que dicen que será el que le suceda.
En Filipinas tienen los americanos 24, 000 hombres de todas armas; pero las Filipinas están muy lejos de San Francisco y muy cerca de Nagasaki y de Sasebo. Durará mucho la guerra? Dicen que nó. El ejército japonés no irá nunca firmar la paz Washington ni el ejército yanki Tokio, como quería hacerlo Kuropatkín. Todo induce creer que la lucha será desastrosa, pero breve. Si vencen los Estados Unidos, el Japón tardará muchos años en rehacerse de su derrota; pero si vence el Japón, el Pacífico será para siempre un mar japonés.
Todo esto es lo que dicen los que lo entienden. Yo también opino que habrá guerra. Por qué? Pues porque acaba de reunirse la conferencia de la paz. Es aprobado.
Perico Flurón Londres, 26 de enero de 1908.
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