hombre dado por temperamento y por educación todo aquello que tienda al bien y al engrandecimiento de su patria.
La labor de Andre ve, desde qu. fué un hecho la República de Panamá, ha sido tarea hermosa y fecunda. Fué el fundador de El Heraldo del Istmo, delicada y fina revista quincenal que logró colocarse bajo su atinada dirección entre las primeras de la América Latina; ha establecido al principiar este año el mejor diario bilingüe de la capital y no ha cejado un momento por levantar el espíritu en favor de las letras patrias, ora con sus artículos en prosa siempre llamativos, ora con sus versos de originalidad digna de loa, ora llevando a cabo la fundación del Ateneo. nosotros, compañeros que fuimos de Andreve, ahora que nos encontramos apenas en el principio de convalescencia de grave enfermedad, sugestionados todavía por el doior que deja en el alma la nesccidad de separarse del terruño, tócanos escribir estas líneas que serán publicadas junto con su retrato en Páginas Ilustradas como un homenaje sus méritos; y con todo el orazón lamentamos que ésta nue tra pobre salud no nos permita hacer del amigo escritor el juicio crítico que él se merece.
Pretender encerrar en un pequeño espacio todo lo que se puede dec en pro de Andreve, hacer presente de manera indiscutible que como literato marcha sobre terreno sólido y la vanguardia, es tarea imposible.
Nosotros, pues, nos limitamos, desde esta tierra generosa y hospitalaria, enviar con todo nuestro corazón un aplauso y un abrazo al amigo, al literato y al compañero.
Romeo San José, Costa Rica, 28 de Enero de 1908.
La espada Para Páginas Ilustradas Razón de sin razón es tu existencia aungite noble parezca tu destino: pues siendo el de la muerte camino, reñido está tu sér con la conciencia.
Necesaria o inútil. tu presencia siempre será un insulto al Ser Divino que brindar la humildad al mundo vino.
pel mundo te prefiere en su demencia.
Tu dominio es odioso y patricida, esgrimida por mano del más fuerte impones tu arrogancit maldecida.
No aparezcas altiva con tu suerte. quién podrá estar conforme con tu vida, si vives en el seno de la muerte?
Carlos Llopis Roynel Madrid, diciembre 1907.
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