Bibliografia Para Páginas Ilustradas Musa Nueva. Cantos de Vida Por José Maria Zeledón llamado moiter nismo. Si he de ser leal mis pròpios gustos literarios, confesaré sinceramente que no son los libros en verso los de mi predilección; mucho menos los que vienen publicándose incubados en los moldes del mal Para que un libro de versos llegue proporcionarme verdaderos momentos de entusiasmo, necesitará ser inspirado en altos propósitos que integren hermosas finalidades en pro de esta aquella idea digna de ser tomada en cuenta por los que saben, que tanto el verso como la prosa, no han venido al mundo para que se les emplee en decir tonterías que al fin y al cabo sólo sirven para empalagar indigestar el espíritu y malgastar el tiempo en futilezas. Qué beneficio se recoge de un libro lleno únicamente de frases más o menos bellas. Se ennoblece con ello el Arte. Se abren a la vista del lector nuevos horizontes. Se prestigia acaso la poesía y se logra hacer algo útil siquiera en provecho del arte mismo? Esa literatura que sólo se concreta rimar palabras entresacadas de los diccionarios para hacer con ellas imágenes veces inconcebibles en la realidad de la vida, literatura hueca, plagada de neologismos, de términos anticuados, pura hojarasca de adjetivos hilvanados en una sintaxis sui géneris, no es ni bella, ni útil, ni grata. Buena sí para los espíritus enfermos, para aquellos que pugnan en volver los tiempos de Heliogábalo y Marcial.
Por eso no gusto ni pongo mis amores en las ridículas orientaciones que la literatura que señalo quiere demarcar en la hora que vivimos.
Tal movimiento literario, cuya fórmula decadentista se reduce a unir lo preciso lo impreciso, es, dicho con toda franqueza, una enorme farsa en la cual el porvenir, Dios, el hombre y la mentira son los maniquíes complacientes y grotescos. Los necios que no se atreven mirar hacia adelante miran atrás. Quieren constituir el presente en las reglas del pasado y quieren que el porvenir, las obras y los hombres tomen por modelo el de los tiempos que fueron. Olvidan que el mundo avanza, que las sociedades cambian y los paisajes varían.
II Mas no todos los cultivadores del arte van por el mismo sendero extraviado. Felizmente el juicio no se ha ido de la tierra todavía y aún hay quienes vean con la luz de la razón el buen camino. El camino de la verdad, de la sinceridad, en el que se recogen sazonados frutos. Zeledón es de los del número de cuerdos que cantan en América, en buenos versos varoniles, sus nobles aspiraciones, sus ideales de bien en favor del género humano. El sabe que el arte debe producir siempre una sensación estética de carácter social y canta todas las 3213