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jon, Augusto el que cerraste el templo de Jano, qué falta nos haces! Peraca: hoy no hay Augustos, no hay nada más que conferencistas de la Haya para hacer el caldo gordo a los fondistas de la idem.
En Marruecos la cosa va como taa seda. Apenas si los franceses han tenido dejando Tenatt, y andando por esas tierras con un ojo abierto y otro también. Todo que batirse más de dos docenas de veces en otras tantas decenas de dias, tomando y su afán ahora es que España tome parte más activa en la función; pero parece que es señor Maura no es del mismo parecer en lo ual opinan como él la mayor parte de los españoles y no lo digo todo, porque no pueden meterse en la olla algunos fieros gues rreros que no saben hacer otra cosa que sonar la trompa bélica y cantar aquello de guerra, guerra al infiel Marroqui.
Yo, buyendo de la maldita niebla londonense me vine aquí con un inglés de los que cia del rey Alfonso y su esposa que no vuelve de su apoteosis, le esposa quiero decir, dicen olé tu madrrre. no me pesa, porque está esto muy animado con la permanen: al oir ciertos requiebros que le sueltan las sevillanas,. cigarreras y de los cuales se ríe el rey mandíbula batiente.
Bien es verdad que Alfonso es muy aficionado reirse.
Solamente se puso serio en Lachar cuando recibió la noticia de la muerte del rey Carlos.
Cuéntase por los periódicos que al llegar Maura darle cuenta del hecho, ALfonso le dijo: No me oculte rada. Digame la verdad. Señor. dijo Maura seré muy franco. il No, por Dios. Fico no.
Perico Furón Sevilla, 14 de febrero de 1908.
Envío De la novela in preparación, LA SANGRE: página primera prisiono entre mis manos un águila, y coloco sobre sus inmensas alas mi libro, Luego, la veo ascender al espacio, y sigo con mis miradas la comba interminable que en su vuelo traza el azul del cielo.
Después me pregunto. En qué manos caerá cuando descienda desde 14 altura?
El águila ine avisa con un grito que el libro va caer, y miro mi alrededor, y veo que lo acogen manos profanas que lo pisotean, y veo los críticos de narras que lo deshacen. y veo las almas grandes que lo acogen con cariño. qué importa?
Cayó desde la altura; por eso es grande.
Cayó la luz de la Aurora; por eso es noble.
El águila que lo llevó en sus alas es mi pensamiento.
Foaquin Barrionuevo 3222

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