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El Cristo Acusa ban sus nítidas respuestas, de sedición blasfema y de impostura, y El soportaba el peso de la dura sentencia, con su cruz cuestas.
Mujeres lo siguieron, sin protestas, bebiendo de su cáliz de amargura; y el sol, de luto, por no ver la altura del Gólgota, precipitó sus puestas.
Ensayo sólo su poder divino para extremar el propio sufrimiento, del lumano desprecio en lo profundo. entregado al rigor de su destino, desde su cruz, con su postrer aliento creó la atmósfera moral del mundo!
Félix Mata Valle 3263 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica

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