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cía en tiempos de Mari Castaña; mitones, como se dice en el día. Tampoco los apóstoles se han andado con cuentos y han adoptado resueltamente el sombrero de cabuya que en Pacaca fabrican los indios y que les vienen. los apóstoles, no los indios. como pedrada en ojo de boticario. Cómo es posible sostener, la faz de estos progresos, que los santos son retrógrados? Cosas de los impíos! Asi es que la Semana Santa de este año no se ha diferenciado gran cosa de las anteriores. Porque no es de ahora que en los santos apunta esta veleidad revolucionaria en el vestir Un observador que peinase canas.
como nos. 110 se enfurruñe el seor gramático porque me tomo licencia de emplear esta forma: digo así malicioso lector acerca de mis durites en duda al porque en fin, siempre es desagradable eso de reconocer y declarar que uno es viejo, así como suena, en lenguaje liso y pelado. Lo que es yo no vengo en ello ni tres tirones. un observador que peinase canas pensaría tal vez que la devoción no es en el día tan honda como en los buenos tiempos de su mocedad. diferencia que, si no es efectiva, como tal, sin embargo, se presenta los ojos de cualquier viejo, el que, por virtud de un fenómeno retrospectivo, compara malamente su fe candorosa de joven con la escasa compunción que en los devotos de estas calendas le parece advertir Tal vez, tal vez, sin embargo, la observación no flaquée por falta de exactitud: tal vez, efectivamente, la efusión religiosa haya venido menos en las gentes de esta edad des.
creida y maleante; porque por algo vocifera el santo clero que vivimus en una edad descreída y maleante, Yo, lo que es yo me atengo al testimonio de estos señores; porque indudablemente ellos saben dónde y has.
ta qué punto les aprieta el zapato de la incredulidad. Que dónde les aprieta. saltará por ahí diciendo cualquier motilón de esos que se pican de listos: pues en el pie. Naturalmente, en el pie; pero con esta diferencia. que los señores curas no sienten el apretón en el pie, sino en el puro redaño.
Gastón de Silva Valiosa carta de pésame, procedente del Real Museo Zoológico de Turíu, Italia, suscrita por siete Naturalistas notables de aquel centro científico.
Turin, 11 08 Señor Protesor: La noticia de la muerte del Profe laciones, no podemos menos que llorarlo sor Biolley nos tiene profundamente amargamente.
afligidos. Hemos perdido más que un V. egregio Profesor, como Dicorrespondiente, un verdadero amigo Tector del Museo Nacional de Costa Ri.
de quien habíamos recibido infinitas ca, expresamos nuestra sincera condo.
pruebas de gran cortesia. Todos cuanlencia, rogándole hacerse intérprete de tos tuvimos la suerte de cultivar sus renuestros sentimientos cerca de la familia del lamentado Profesor Biolley. Camerano Salvadori Dott. Peracca Giorgina Pangella Edoardo Zavaitari Cognetti de Martüs 3292

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