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Crónicas Internacionales Para Páginas Ilustradas qu COS con de he yo pel tre pic bu po to, со un ро tre lus en OC sel MC pu SELE pla Sa tec Ya: ya había oído hablar del barrio de Triana, y de la Manzanilla de Sanlucar, y de las aceitunitas y de las. 1: Ay de mí. y qué perra idea tuve en venir esta Sevilla, de la que dicen que quien no la ha visto 120 ha visto maravilla.
Ir Sevilla ainda maiscoinci.
diendo con visitas reales, es el disloque y la mar, y benditos puntos suspensivos. Qué prudentes y qué oportunos y qué elocuentes son!
Cacería de reses mayores por la mañana; de perdices al medio dia, de lie.
bres y conejos por la tarde y alguna también por la noche, y eso cada día, casi cada día, es para dejar derrengado al cazador más cazador de los cazadores, cuanto más mí que ya apenas si puedo con la escopeta.
Se imponía, pues, el descanso y para descansar nada mejor que venirse donde no se oye hablar de los cinegéticos sports. aquí estoy arrostrando el peligro explosivo y preparando ya la maleta para seguir mi vocación trashumante in.
quieta. Dónde iré? No lo sé; pero en un sitio otro daré fondo y en cuanto llegue aviso, y Cristo con todos.
Pero antes de abandonar esta ciudad quiero hacer constar dos cosas: la primera, que es una descomunal mentira la de que aquí todo el mundo está dominado por el terror y que la influencia de los atentados se nota hasta en la sopa.
Mentira. Hace di o tres años algo podia influir en la vida pública el estallido de una bomba: ahora nadie se ocupa de semejante cosa, ni ella trasciende en lo más mínimo el movimiento cada dia creciente de una ciudad que dentro de cinco o seis días, según me dicen, va ver empezar las obras de reforma, lo que significa un gasto de doscientos sesenta y nueve millones de pesetas en un plazo máximo de quince años. Eso sí: eso si que ocupa la atención de las gentes y si estoy aún aquí, ya les contaré los lectores de Páginas como ha sido la cosa que ha de solemnizarsegún parece, el Rey Alfonso, quien tantas ocasiones he tenido de ver en Sevilla, la otra cosa que quiero hacer constar es que no he podido encontrar por ninguna parte aquel separatismo de que me hablaban en Sevilla. Lo que sí hay es un fuerte y profundo sentimiento autonomista que, mucho me equivoco, se ha de imponer toda España.
Sentado tranquilamente la puerta de un café de la Plaza de Cataluña y hojeando un periódico extranjero me eticuentro con la siguiente ratificación de algo de que yo había oído hablar en Londres. Entre las numerosas leyes de reforma social estudiadas por el Parlamento británico en la actual legislatura hállase el vill relativo a las tabernas (dublichonses) y bars. Dicho proyecto de ley, patrocinado por Mr. Asquith, prevé la supresión, con derecho indemnización de 32. 000 establecimientos de bebidas, de los 100. 000 que existen en Inglaterra y en el País de Gales.
Tiende el bill atajar lon inmensos daños del alcoholismo de un modo más efectivo que todos cuantos vienen empleando el Ejército de Salvación y las numerosas sociedades de templanza que funcionan en el Reino Unido. Ese medio de supresión gradual de las licencias concedidas los taberneros para la venta de bebidas alcohólicas. Los jueces iráu anulando cada año, en sus respectivos distritos cierto número de licencias hasta llegar un total en todo el Reino Uniao de 286 tabernas y cervecerías, En el plazo de catorce años quedarán cerradas 32. 000 tabernas y bars, no concediéndose nuevas autorizaciones de apertura desde la promulgación de la ley. Esta contiene, además, numerosos artículos prohibiendo la admisión en las tabernas de niños menores de diez años, y reglamentan la cantidad de bebidas que esos niños han de consumir. con aquiescencia de sus padres. También prohibe el bill la admisión durante los sábados en las public house s, de las familias de obreros y autoriza la inspección de los clubs donde se pueda rendir culto a baco.
Toda la prensa Inglesa, sin distinción de opiniones, aplaude el bill Asquith, considerándolo un arma poderosa contra el execrable alcoholismo Toda prensa Inglesa. se enteran ustedes? Lo mismo que toda la prensa de Costa ca cuando la ley de Don Cleto, a propósito de cañonazos.
La mayor parte de las calles del En.
sanche de esta ciudad están con zanjas abiertas y en las que no, las bocas de las cloacas dan paso innumerables obreros que andan enfrascados er serios trabajos subterráneos. Pivado por la curiosidad le procurado enterarme y he sabido que esos trabajos obedecen al propósito de tener terminada en este año toda la red de cloacas, que significa la friol ra de 12. 000 kilómetros, para el completo sareamiento de la ciudad!
11 Ni que fuera Don Cleto presidente municipal pe tol do sin pa to do di de dr CH in do re he al de 3296

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