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El Duelo Para Páginas Ilustradar En el deseo de llevar misoolo a la obra moral que se proponen acometer algunos altruistas pensadores acerca de la abolición del duelo, consigno en las líneas que van de seguida mis apreciaciones res.
pecto idea tan levantada, El autor inju El duelo es la magistratura de la fuerza es la usurpación ejercida por la violencia material contra los derechos de la inteligencia; es la codificación del absurdo que, convertido en institución social, desprecia las leyes de la razón humana y confía los derechos de los hombres la punta de una espada al proyectil de una pistola.
El duelo es un resto de la vieja civilización incrustado nuestras COStumbres, a pesar de los anatemas que perennemente lanzan contra el los que defienden los fueros de la razón humana. es tanto más extraño ese anacronismo revelado por la existencia del duelo, cuanto que no hay casi hombre alguno que aun cuando declame contra él sangre fría, no se crea obligado quebrantar sus teolías y concurrir al campo cuando lo que llaman el honor, exige de él que provoque acepte un desafío.
Según recuerdo, alguien dijo que aún cuando tenía para combatir la costumbre de los duelistas, tantas razones como habían presentado y presentaban aquellos pensadores, estaba resuelto, el día que lo provocaran batirse como el primer calaverade Esto serfa muy gracioso, pero es desde luego muy ilógico. Mientras los hombres tengan una teoría de muestra y otra de uso, el mundo moral andará merced de las contingencias si no cae en manos de los más astutos, de los más falsos de los menos honrados. Se comprende muy bien el que un hombre no pueda llegar formarse ideas fijas acerca de la moralidad inmoralidad de un hecho, pero no es fácil entender cómo puede ser tenido por hombre de honor, por hombre de alma recta y corazón sincero, el que atropella, por someterse una moda estúpida, los principios morales que defiende, Un malasiete ultraja un ciudadano que, aun cuando posea vastos talentos y vasta ciencia, igroza la 16gica honorable de los golpes: sin embargo, es preciso qne el sitosos fo al po y logre que el héroe que lo com.
rió, borre con sangre su desacato.
la del ofendido. El sufrirá dos males ¿Qué sangre corrió? Probablemente en lugar de uno; pero es necesario que se someta al segundo. Sabéis por qué? Porque el honor lo exige.
No sería más razonable que la so ciedad tuviera por deshonrado al agresor hasta que, con la confesión de su falta de otra manera conveniente lavara la mancha que arrojo sobre si propio. Por qué ponerse de parte del delincuente por la única razón de que es más insolente y más osado?
Día llegará en que unos hombres no comprendan cómo pudo haber otros hombres que discutieran machetazos.
No haré un gran tratado sobre el duelo, porque ofendería todo aquel quien supusiera en estado de necesitarlo. Hay errores que llevan en su propio nombre su refutación, y que no deben ser atacados sino definiendolos: Me limitaré, para llenar mi objeto de la manera más lacónica, enumerar las principales razones que a mi vista se presentan para combatir el duelo: 19 El duelo, siendo una medida violenta, no puede decidir sobre el derecho.
22 Es un remedio igual que se aplica casos de muy diferente gravedad.
3! Suponiendo que no fuere vicioso por su propia naturaleza, tiene el inconveniente de imponer en muchos lа ёроса.
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