Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
dita esas naciones casos, una pena muy superior la falta que lo motiva. Muchas veces como ya he dicho el que ha sido arrastrado al campo por una injusticia que se ejecutó contra él, recibe, por toda satisfacción, una estocada o un balazo.
Ejemplo evidente: Paúl de Casagnac (para mí un criminal nato) ha provocado infinidad de duelos con flagrante înjusticia, prevalido de su habilidad en las armas. ¿sabéis los re ultados cuáles?. Pues festejar ruidosamente con sus padrinos (lease com pinches en el delito) en algún restaurant de moda su triunfo.
oh, humanidad. hasta cuándo caminarás por la senda de las preocupaciones absurdas y más que absurdas, criminales. En el antiguo mundo era natural en cierto modo que subsistiese el duelo por largo tiempo, aun después que se logró organizar en gobiernos regulares y administraciones de justicia; allí, al menos había la razón del hábito para explicar esa institución; pero entre. de puede tener tan escandalosa inversión del sentido moral? Ninguna sino el prurito de imitar a las naciones de Europa en cuanto se nos cuenta de ellas. Ojalá imitáramos con el mismo empeño algunas virtudes que las distinguen No es igualmente difícil destruir en América la preocupación que favorece el duelo, como lo ha sido puede serlo en Europa. El duelo fué en el antiguo mundo una necesidad, porque fué la única forma de administración de justicia que pudo existir por largo tiempo: de esta manera se inoculó tan obstinadamente en las ideas reinantes, que llegó a formar parte de las reglas ordinarias de ducta privada.
corroborar la veracidad del origen que cito acordarse de los juicios de Dios solicitados por medio de los duelos judiciales: se encontró otro medio para por mucho tiempo no dirimir las disputas que, acerca del derecho privado, se levantaban entre los individuos. La fuerza era entonces el supremo juez: en las guerras internacionales, decidía (vale más conjugarlo en tiempo pasado) acerca de los intereses de las naciones: en las San José, Costa Rica 1908, guerras privadas decidía de los derechos de los señores; en el duelo de los reclamos individuales.
Pero hoy todo ha cambiado tiende a cambiar.
Prueba de ello que en Costa Rica, nación culta ilustrada, se practica poco el duelo, que yo sepa.
Mas como los asuntos se consideran, en principio. y también en previ.
sión de lo que pudiera ocurrir) ved aquí lo que en miconcepto bastaría para acabar muy pronto con la malpreocupación del duelo en todas parles: Soraren primer lugar, corresponsales, en las cuales se afiliaran todos los individuos lista, los cuales comenzarán por proque profesaran el principio antiduemeter de la manera más solemne y bajo la garantia de su honor: No aceptar jamás un duelo; 20 No provocarlo jamás; 39 No desempeñar en caso alguno el papel de segundos en lances de esta naturaleza; 49. Esforzarse por hacer el mayor número de prosélitos para dicha sociedad; 50. Esforzarse por impedir. por todos los medios legítimos posiblesla consumación de todo lance de cuya existencia tuvieran conocimiento; 69 Permitir que, en caso de faltar su palabra en cualquiera de estos puntos, sus consocios denunciaran al infractor, ante la sociedad civil, como hombre de poca fidelidad en sus promesas; 79 Publicar y elogiar la conducta de todo individuo que se denegase aceptar un desafío: 89 Trabajar constantemente por ilustrar la opinión sobre este punto, buscando el apoyo de la religión y de la moral, de los sacerdotes y de los particulares.
99 Dictar leyes administrativas y penales, que prevean los casos en que se ocurre al duelo, y ofrecer al ofendido la protección de la ley y de la fuerza pública. pongo aquí punto suplicando a mis ſectores perdonar si he fatigado su atención, pero la materia de la abolición del duelo se impone todo ser humano como un deber ineludible de conciencia. Es mi parecer irrevocable.
Carlos Olavarria Basta para
Este documento no posee notas.