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Párrafo de crónica Sociedad de Geología Una ventajilla tienen los revisteros de periódicos semanales. y quien dice semanales, dice con mayor razón, mensuales. y es que en sus crónicas pueden dar de mano a la novedad, la cual constituye el interés más vivo de las publicaciones cuotidianas. Aunque es igualmante cierto que el atractivo de la novelería debe sustituirse entonces con el meollo del comentario, lo que equivale decir que la ventaja se convierte en un rompecabezas, porque no se hizo para cualquier manchador de cuartillas el aquel gracias al cual resulta interesante llamativo lo que acerca de un asunto se dice. He aquí como sin querer he venido probar, por meterme en sutilezas ociosas, que, después de todo, no existe la ventajilla con que al principio contaba. Yo me tengo la culpa. Peor para mí, por lo tanto. Quién me mete, con efecto, en dibujos para quedar mal de todos modos y para acabar por decir que el año pasado se fundó aquí una Sociedad de Geología? La noticia no es en verdad muy nueva; pero la cosa no ha perdido ni podía perder un solo ápice de la importancia que ella en sí tiene como manifestación de cultura y como exponente de un propósito encaminado acometer estudios en una región de la ciencia, la cual, por otra parte, no ha sido explorada todavía entre nosotros. tuertas á derechas, ello es que, en rigor, no puede calificarse de extemporánea la noticia que hoy comento; porque la Sociedad Geológica, si, efectivamente, nació el año pasado, hasta ahora no se presenta en público, como quien dice.
Todas las ciencias han tenido cultivadores en este país, para lo cual ha bastado por la mayor parte el gusto particular de cada cultivador por aquella que más le agrada más estimula sus aficiones; porque, estando, puede decirse, al alcance de sus esfuerzos, no le exigían otra cosa que consagración y estudio. No así la Geología, la cual, aparte la suma de trabajo personal con que los investigadores agobia, requiere de ordinario erogaciones que los particulares no están siempre en capacidad de hacer, como no sea por excepción.
La utilidad de la Geologia, sin embargo, salta los ojos; como pocas, esta ciencia ha contribuído esclarecer el problema referente al origen y formación del muudo; ante los descubrimientos geológicos, la leyenda bíblica se ha desvanecido como la niebla endeble y sutil que se incendia y arde en llama del Sol. Son incalculables, sobre esto. que interesa los fueros soberanos de la verdad, los beneficios materiales que los estudios geológicos aportan al desarrollo y adelanto de la gente en cuyo suelo nativo ellos se verifican.
Por lo cual es altamente loable la idea de reunir todos los nacionales y extranjeros que, por sus aficiones y sus estudios, están capacitados para ilustrar a la gran masa con noticias referentes las quisicosas de la madre tierra y, sobre todo, que, por aquella misma razón, pueden, como ello se pongan, hacer objeto inmediato de sus investigaciones la naturaleza del país, cuasi desconocido en ese particular, que forma el asiento de nuestra patria. La Sociedad Geológica, con efecto, se propone emprender el estudio de la tierra costarricense, empeño que, por su magnifud, resultaría superior las fuerzas de un solo individuo.
Débese la fundación de la Sociedad Geológica a la iniciativa y diligencia del señor don Lloret Bellido. inteligencia culta y elevada, que en el estudio silencioso se goza; pero que, 3317

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