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Párrafo de crónica Discusión No suelen nuestros son muy contadas las personas que diarios insertar en sus en tal género de lecturas se aplacen: columnas estudios científicos, proba por lo raro del fenómeno, merece ci.
blemente porque son muy contadas tarse, por consiguiente, la discusión las personas que en tal género de de índole científica que recientemenlecturas se aplacen: la diatriba inso te tuvo lugar entre los señores don lente, el dicharacho patanesco, la Jiménez Rojas y don Roberto Brenes insinuación pérfida, la injuria sola Mesén. Sostenia el uno el carácter pada, cso, y algo peor, parece consti experimental de la ciencia, que extuir el guisote con que está engolo cluye, por ende, toda concomitancia sinado el paladar nada esquilimoso con el espiritualismo escolástico; sosdel público, muy escaso también, por tenía el otro la existencia de fenómedicha, que en este país lee periódicos. nos pertenecientes al orden psiquico imitación de Larra, yo no sabría y la imperfección o deficiencia de los decir si el público se mete en el bu medios experimentales. Pero no es che esos comistrajos porque no le dan la discusión en si misma, con todo y otra cosa si, en fin de cuentas, no le su evidente importancia, lo que me dan otra cosa más fina porque su tos mueve a tomar nota de ella en estos co paladar rechaza lo fino. Valdría paliques: es la forma absolutamente la pena poner en claro esta duda, impersonal en que ella hubo de verique yo sólo me aventuro insinuar, no ficarse: los señores Jiménez Rojas y sin una buena dosis de miedo, por Brenes Mesén parecían ignorarse el que ya verán ustedes como esta in uno al otro: ni siquiera se nombra.
genua observación mía ha de pro ron.
El viejo símil aquel de que las vocar el encono malsano de quien ideas de los combatientes chocaban gasta su ingenio indiscutible en zahe como espadas habría sido de imporir sin son ni son y en relajar un po sible aplicación en el caso que me co más cada vez el gusto del público. refiero. No se trataba de herir un Sí, ya verán ustedes que no me que enemigo, si no de hacer brillar la luz daré sin la correspondiente rociada; sus ojos.
Estos dos hombres de porque, si, en último resultado, la estudio nos han dado, así pues, una vena del ingenio se agota, ahí está en muestra de cultura que entre nosolugar suyo la charca del odio, en la tros viene siendo cada vez más y más cual hay siempre inagotable copia de rara. Entre nosotros no se discute: zapos y culebras para cualquier agen se disputa. y se disputa con acrimote de difamación que sabe su oficio, nia y procacidad propósito de cualmuy poco envidiable, por cierto. quier futesa. Ya se sabe, por lo deYa voy yo, según mi perra costum más, que el disputar por dácame acá bre, aunque sin que en ello medie esas pajas es un prodromo caractepropósito, gran distancia del pun rístico de incultura. Así es que en to de donde hace un momento parti; mi afán de anotar en estas croniquillas dejo, pues, cada cual en lo suyo, sui géneris cuanto, de algún modo, porque, tuertas á derechas, ello puede determinar influencia provees que aquí abajo cada quisque chosa en nuestras costumbres, he nace con su particular idiosincrasia, marcado con piedra blanca el hermoso y vuelvo tranquilamente coger la debate que dedico estas líneas.
punta del ovillo que ahora tengo en Cojo también esta ocasión por los tre manos y repetir, en consecuen cabellos para declarar que me causó cia, que no suelen nuestros periódi alegría ver salir al señor Jiménez cos insertar en sus columnas estudios Rojas del mutismo fosco y huraño en científicos, probablemente porque que vive. Nadie osa dudar por aquí

    Roberto Brenes Mesén
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