paz. Es inútil advertir que no in el barullo de males en que esa situacluyo Costa Rica, pueblo eminen ción sumergía aun las gentes cuya temente pacífico, en declaración tan indole no era para andar en esas que rotunda como ésa: saben, por lo de un presidente de Colombia, país donde el guerrear había venido a ser un quienes estas cosicosas se escriben, deporte, llamaba retozos democrátique cuando aquí decimos Centro Acos con gracejo maleante. Los senmérica, en el lenguaje corriente, sólo timientos de la humanidad, los intenos referimos a las regiones centro reses de la civilización, sufrían de tal americanas de allende el Sapoá; la suerte en esas mascaradas sangrienexclusión es geográficamente arbi tas que se hacía preciso buscar un traria. quién lo ignora. pero políti medio seguro para meter en cintura camente quizás no lo sea tanto. Por los danzantes centroamericanos: cierto, que en esta delimitación ver tal fue el origen de la conferencia bal de fronteras, que tiene, sin em que, por iniciativa y sugestión de los bargo, su lógica, soñadores rabiosos presidentes Roosevelt y Díaz, se ven malamente un signo que acusa reunió ha pocos meses en capital predisposición mezquina hacia la de los Estados Unidos y de la cual idea de vivir en común; pero el caso es fruto, a su vez, la Corte de Justies que la tal delimitación geográfica, cia Centroamericana cuya instalación por caprichosa que parezca, corres nos ha dado motivo para repicar ponde tácitamente un modo de ser, gordo por aqui durante una buena en manera alguna predisposición quincena.
emotiva Hásele censurado al Gobierno de Sea como fuere, porque esto no es la República el haber tomado parte para di cutido en esta ocasión, no en la Conferencia por los presidentes hay cosa, decía, que en tan poco se Roosevelt Diaz promovida para estime como la paz en las otras cua poner final desenfreno belicoso de tro secciones de Centro América: nuestros vecinos: arguyóse, efectivapruébalo esa facilidad cuasi infantil mente, que por no andar enzarzados con que las manos se vienen estos en esas marimorenas, no habían mevecinos quisquillosos, en quienes, por nester los costarricenses el preser añadidura, el valor es una cualidad vativo que se buscaba; decíase, sobre primaria impulsiva. Racionalmente esto, que, por su participación en la buscado, difícil cosa es hallar pretex Conferencia, este país compartía viren toda ley justifique una gue tualmente con los otros la responsarra. el desvario más criminal que bilidad de pecados que no eran sucomo ciegos esclavos del ananke fisiológico, suelen entregarse los homyos, ni Cristo que lo inventó. Ciertamente, pacíficos, como somos, por bres. Conquistar la independencia, carácter, por conveniencia y por cosrepeler una invasión, derrocar un tumbre, no teníamos por qué buscar tirano: motivos de tamaña magnitud ni tomar medicamentos para combatir pueden justificar el que, falta de alifafes imaginarios; mas, por lo que otro recurso, al extremo doloroso de toca lo segundo, si es verdad que la guerra en caso desesperado se o moralmente no nos alcanzan las rescurra: pero buscad el motivo por el ponsabilidades en que otros incurren, cual se rompen los morros cada tri no es menos verdad que nosotros quitraque nuestros hermanos de por también sufrimos, mal que nos pese, allá y, por lo común, sólo hallaréis las consecuencias de los retosos de pretextos fútiles, ambiciones desamocráticos que con graciosa intemtentadas, intereses mezquinos, con perancia se entregan los políticos de cupiscencias sórdidas, con habilidad allende el Sapoá: para Europa y paocultos entre los pliegues del pabera los Estados Unidos son aún imllón vistoso que las ignorantes vícti perceptibles las republiquillas lilipumas aun tienen por nuncio y símbolo tienses que se reparten el itsmo cende la patria.
troamericano y todos nos confundiEl afán belicoso en tales términos mos para ellos en una mescolanza se había enardecido últimamente que caótica bajo la denominación general casi casi vivíamos en perpetuo esta de Centro América. Así es que sodo de guerra: no hay para qué decir bre el terruño costarricense cae tamto que 3401