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Vat Tienen cierta analogia con las voces dialécticas las que son propias de cierto oficio profesión, y que mer udo no se encuentran sino en los diccionarios técnicos.
En este concepto merecen especial mención los términos marinescos, porque entre los primeros descubridores abundó la gente de mar, que en las largas navegaciones hubo de comunicarlos los demás; de aqui proviene que en toda América se on servan más o menos de estas palabras en el trato diario, aplicadas extensivamente casos objetos análogos aquellos que en su origen designaban. El diccionario marítimo nos explica el valor propio de escorar, empatar, socollón. ada) sucucho.
De las vulgaridades que llevaron esas gentes de linajes oscuros y bajos de que nos habla Oviedo, son tipo probe, zirgüela, estantino. El mismo autor, en un pasa.
je que arriba he citado, escribe. Dicho me han que os quexays de mí, no tenes razón. no murmurés de mí, ni digays que os echo perder. III, 73. de igual ma.
nera que de su mano había escrito en una carta de creencia el rey Juan 11. Os rruego e mando ssi sseruir me desseays, que todas cosas dexadas, luego partays e continues vuestro camino ssin mas detenimiento, en lo qual me sseruires mas de lo que pensays. De modo que en el lenguaje cortesano se empleaba la forma en es.
pero no la en ús, que no recuerdo haber hallado sino en obras en que se contrahace el habla sugar campesina: Riedro vaya Satanás!
lesú! aqui me sanctigo me bendigo. Pardiós! mucho os congojás. Lucas Fernández, Egloges y farsas, 55; ítem, pp. 22, 23, 34, 155. Paced vuestro solaz En la majada: Catad que no comés Cosa vedada. Timoneda, en el Ensayo de Gallardo, IV. 726. Siendo esto así, en fuerza de la analogia se asociaron las dos formas, vulgar y culta, para completar con la en is el paradigma abreviado de las tres conjugaciones en el habla común americana.
EI bastan merec La sabio hemos Таа siendo trase destac gante respet Co sión de tad de de la inspira justo to ali ción a por el fesora cultad sidad, recaer las gu Facul cuál en la nuest Afirm Traz do del como de Fil Cuervo oposic que re de la Para las señoritas Marta y María Calvo y de León y EN NUEVA YORK Recién abiertas rosas de esta tierra.
mariposas de este aire fugitivas.
por vuestro bien y nuestro mal, cautivas en los verjeles que ese suelo encierra.
Aquí llegan los ecos de esa guerra en que el hombre, domando las nativas cósmicas fuerzas, con sus fuerzas vivas roba el rayo los cielos y lo entierra.
Es grandioso el estruendo de esa lucha: mas si vieras cuán bien, en la floresta, el canto del jilguero aquí se escucha en una tarde de rosada calma, tuviérais el oído allá en la fiesta, y aquí, suspensa del jilguero. el alma!
Félix Mata Valle combe «Estue árabes merar la Uni Zaidi Letra dirigi que ft fesor y tran con el 6) Colección de autógrafos históricos, mandada formar de real orden siendo Ministro de Fomento el Excmo. Senior Conde de Toreno, 1878.
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