Guardar

gi se conferencia sobre tema relacionado con las Matemáticas. Es para todos eviden.
te que asunto tan enredoso no está al alcance sino de personas que dominen la materia con cabal señorío: no ocurre esto, la verdad, con algunas otras cien cias: una serie de experimentos físicos, pongo por caso, un estudio elemental de la flora, serían fácilmente compreusibles aun para oyentes de escasa prepa.
ración en cuanto cumple estos órdenes del humano saber: el temor de quedarse la luna de Valencia retrajo seguramente esa noche no pocos asiduos del Ateneo: el daño estuvo en creer que el distinguido profesor se enfrascaría en sutilezas las matemáticas sublimes pertenecientes, pero no fue así: conten tóse, en efecto, el señor Salazar con hacer una monografia de la numeración. tema de suyo sencillo, accesible, y con esto, por demás interesante en lo que, de or PT a pa en cri di no וו En lo que sí anduvo desacertado el señor Salazar, mi parecer, se entiende, fué en no escribir su monografia para darle lectura: porque, aunque se co.
nozca la materia al dedillo, eso de improvisar, tiene pelos. Entre nosotros no abundan las ocasiones de hablar ante un público, y de ahí viene por de contado con bola a la hora de decir en presencia de cuatro silbantes lo que cumple que el pais no haya sino uno que otro orador y, sobre todo, que no demos pie nuestro intento ó, cuando no, la necesidad. Sobre que, ciertamente, no es para todos silbar caballo. Mucha verdad debe de haber en el aforismo aquel según el cual el poeta nace y el orador se hace pero yo de sé decir que no le arrendaria la ganancia quien se propusiera hacermorador, así fuera el mismo Aristóteles el valiente que de tal empresa se hiciese cargo.
el qu qu plu cua SU pal hor had me pol per que diciendo. Bonito soy yo para hablar en público! Cuando la negra honrilla mí me pone en tan horrible disparadero poco es decir si digo que paso lar de Cain, Pues ahí es nada! Las extremidades se me ponen frías, se me vienen unos trasudores que me queman la piel, un sinfín de musarañas danza delante de. go en dos pies como cualquier diputado: echo una mirada angustiosa por el redondel, como la echaría en el instante de la degollina un condenado a muerte. señores.
de israel Se que estoy hablando, pero que me aspen si sé lo que estoy todas estas, un diablillo burlón se me prende como una araña de una oreja y me distrae con estas desconsoladoras razones: Cállate, hombre, cállate. no ves que estás despotricando horriblemente. Hago esfuerzos sobrenaturales por alejar al envidioso diablillo; pero él sigue erre que erre, dándome matraca. En esto voy y hago una excursión al depósito de las ideas; porque las que tenía la mano las gasté en un uecir Jesús; como quien dice, en el mero preámbulo de mi discurso; pero. Dios mío. qué ha pasado aqui: Esto no es un depósito de ideas, ni Cristo que lo invento: esto es un desván escueto y destartalado en donde no liay más que telarañas: el diablillo se ha marchado, pero no sin desvalijarme, eso sí. No hay duda, el condenado estaba en connivencia con el público. Qué. Pero no bien me he sentado cuando, todo muerto de risa, viene el diablín y me mete otra vez en el chirumen el matalotaje de ideas con que el muy tuno se habia alzado, como quien dice, en el momento psicológico de la la inspiración Quédome, como es fácil suponer, no poco mohino y contrariado por mi torpeza para salir airosamente del atolladero, y, al siguiente día, me voy muy campante a la Cámara con el santo propósito de aprender hilvanar un discurso sin el aquel de las perras ideas. Pues, señor, me parece que he dado en el chiste: esta es, ni más ni menos, la cátedra misma de Fray Gerundio. Un diputado se pone vociferar, digo, hablar, y, perversas sugestiones de la envidia, doy en discurrir inmediatamente que el buen señor está diciendo disparates tutiplén y 3426 ma por fre la che ma ter hes orig la EZ not tes Sus to par pre por abu rel

    Notas

    Este documento no posee notas.