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El primo piano Para Páginas Ilustradas Vale más tarde que nunca Refrán Cuando vino al mundo El primo, de don Jenaro Cardona, oi anunciar su venida, y algunos cortos elogios; tuve deseos de conocer la obra del joven literato, pero hube de contentarme con el deseo. crean ustedes que no era para mí poca penitencia, porque siendo fruta de nuestro cercado me relamo de gusto al sólo anuncio de una obrita cualquiera, netamente tica.
El localismo es en mí una segunda naturaleza.
Hoy un amigo mio me ha prestado el número época 29 de La Novela de Ahora y en ella El primo, de don Jenaro Cardona.
Desde las primeras líneas me llamó la atención la dificil facilidad del joven escritor.
Esa lisura, como se llame, de algunos autores, con que entran en materia sin ceremonias ni exordios altisonantes, me ha cautivado siempre.
Ese retrato de dun Clemente Ayala y Aguirre, es una obra maestra.
Lo mismo puede decirse de los otros personajes, y no es fácil soltar el cuaderno hasta darle fin esa vista cinematográfica de hechos y personas, que cada una por su lado y su modo os interesa, Una de las cualidades de El primo es la verosimilitud. Nada de situaciones increibles, ni callejones sin salida, que abundan en las obras ensayos.
Todo viene alli muy naturalmente.
El estilo es pulcro sin purismo; llano y corriente sin chamboneria. Lo que sí reclamo del Autor, y creo que muchos conmigo, es que en una segunda urte castigue dos o tres bribonazos de aquellos.
Sí, señor; el tal Beltrán se llevó a su tierra todo el odio de los ticus, ylalla debiera perseguirle don Jenaro, hasta matarlo de algún modo decente. EL lionrado Don Eduardo Cartin, merece su paliza soberana, y aun la virtuosa Valentina me duele que se quede con su visita aquella.
Por lo demás, crea el señor Cardona que mi aplauso, si bien de oscuro y desautorizado origen, no es por eso menos sincero y entusiasta.
Que El primo parece más bien obra de un novelista muy fogueado que no de uno que empieza y que le creo con excelentes disposiciones para la novela social: su tacto natural para los pasajes difíciles es muy notable.
Por último, en bien de la sana literatura nacional deseamos que su pluma no descanse mucho, Fray Tuan San Pablo del Puriscal, mayo 24, 1908.
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