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Momentos de sinceridad Sica, en la coustrucrecho entre los pecto al edificio propio tiempo auro Fernández tal dio los printa mil colones actuainente se Junta por menrtido en la consnta mil colones con sencillez y ierpetuamente el e colocará oporhonor del salón San José, los El Quijole in America de Tulio Febres Cordero. Venezuela. Por. camino de Adrián del Valle. Cuba. 14. No pretende ei autor, Talio Febres Cordero, continuar la obra de Cervantes como, on malhadada hora, intentó Avellaneda: lo único que se ha propuesto con su Quijotillo criollo es llevar las mismas aguas de la sátira cervantina un nuevo campo, el campo latino americano que, por desgracia, may necesitado está del provechoso riego de la critica independiente y sincera.
Su único afán ha sido el de hacer resaltar el menosprecio de lo nacional y la servil iinstación de 10 extranjero que caracterizan la vida hispano americana: desde el Golfo de México hasta la Tierra del Fuego con la excusa del progreso universalse desconoce lo que en la misma patria tiende, en lo que las propias fuerzas peruni ten llevar a cabo ese misno progreso. El horror a todo lo que es nacionai tiese la culpa de que, en América, paulatinamente se vavat perdiendo el caràcter, las tradiciones bucnas que las malas no desaparecen apesar de todo. las costutzbres tranquilas de los antiguos habitadores de la América, en fin, todo lo que en nosotros Jiay de original y de sincero. Quijote despierte de un largo sueño en la cueva de Montesinos en donde no sé si una voz sobrehamana le ordena ir a América, aquellas regiones hermosas para las cuales la codicia europea no tiene sino desdenes insultus sia recordar que solo allá su afán de oro y de virginid des pudo verse satisfecho. á América va acompanlado del fiel Sancho convertido en Monsieur Argamasille, imitando así sul sefor y dueño quien desdeña el nombre, el ilustre nombre de Quijote para llamarse ramplonamente el Doctor Quis. Este detalle, como la gran mayoría de los que se encuentran en la obra de Febres Cordero, no está de acuerdo con el espiri fu orgulloso del Caballero de la Triste Figura.
El ansia mas grande del ilustre aventurero fué siempre la de no morit et los siglos: por qué entonces ese deseo puerit de cambiar nonbre. Por temor de ser reconocido? Yu Es Quijote el primero en decir en todas partes y voz en cuello ese tombre que es su legitima gloria y lo único tal vez que, con su grande locura, puede poner a los pies de la adorable Dulciner? Pero no olvidaba que el Quijote del autor venezolano desconoce tandien su amada. Esas son cosas de Chiquillos mocosos, parece decir el Hidalgo de la Mancha después de haber sorin.
do cerca de trescientos años en la cueva de Montesinos; ahora se cree en el debe: de seguir el espíritu del tiempo: los hombres fuertes dice el en algún sitio ni se enamoran. ni atdan en platónicos requiebros. hay que creerselo, porque en el Curso de su tieva vida no vuelve a acordarse de la buena Dulcinea, la dulce mujer que ie inspiró las grandes acciones que hoy el mundo conoce y adinira.
El Quijote en esta nueva obra está completamente cambiado. Han sido falseados sus pensamientos, ha sido falseado su ideal. su liermoso idea! No es aquel mismo grande bombre que no dudaba en hacerse defensor de los débiles y de los oprimidos, que con valor temerario, se hacia paladin de las mejores causas; ro afora es un charlatán cualquicra, un majadero al cual pueden enganar los más estúpidus campesinos delinas apartado de os villorrios hispanoamericanos. Se cree el descubridor de mi mnaravillas, se cree el hombre del siglo, se cree el sér al cual deben rendir homenaje las generaciones presentes y futuras. Esa no es la idea que hemos tenido y tenemos del Ouijote nosotros los cuij tistas: del Caballero de 1a Triste Figura nos hemos formado una concepción muy bella, concepción que, por fortuna, nada tiene de común con el espantapájaros ignorante que aparece en la obra de febres Cordero. Si hubiers abandonado sus arreos de combate que tanto le cuadraban en aquelas épocas en las cuales lo hizo vagar e ingenio cerv ntino: si se hubiese constituido et adalid de la reforma de la vida americana eriticando todo lo que en el Nuevo Continente tenemos de reproch Dle: si en vez de caballero de ese progreso Olle sólo se finca et echar a todos los vientos nombres vanos y frases nuecas, se hubiexe trasiormados en el guia que orienta la doliente caravana en su marcha hacia el ideal qne encarpa la vida, la hoora y la gloria de los pueblos: si ese fuera el Quijote de Febres Cordero podría hablar de él con entusiasmo sincero, veria en el libro una verdadera obra maestra; pero por desgracia, to es asi: la nueva vida que el carsicho de un autor la lecho vivir al hidalgo matchego 10 valſa la pena de ser historiada, se pierde en mil detalles inoportunos, en mi aventuras que no sou dignas del valor de Quijote.
El estilo? Si debo Isablar con sinceridad, diré que en la literatura hispanoamericana, en general, y en la venezolana, en particular, he encontrado libros es5538 ACOSTA sretario Estado en el cción Pública, GUILAR el Gobierno ha pocas, pero que Frisión
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