os 10 jo que ica fui mi adminos imporde toliabio y de e pierictitud de un obispo, pues la acusación aparece escrita de punto y letra del Dr. Pedro de Villareal, obispo de Nicaragua y Costa Rica, la sazón con asiento accidental en Cartago. No está en el proceso la sentencia, pero muestro historiador la obtuvo del Archivo de Indias, y completo el ruidoso hecho, que podemos calificar le cronica.
Mi visita fué larga un dia entero abusando de la amabilidad del señor Director, que se dispuso atenderme y servirme como de cicerone en aquello que primera vista, parecia a laberioto, pero que a poco de explicado el mecanis.
mo, da el conocimiento cabal del orden, basando en la más estricta lógica, que allí reina, dando a conocer el improbo trabajo de los empleados, entre los cuales se cuentan algunas señoritas que, en sus esfuerzos por el llero completo de su cometido, no les van en zaga los hombres, mereciendo tipos y otros la aprobación de sus superiores y de la opinión pública en general. Sólo no conociendo aquclla oficina se puede hacerla desmerecer en el concepto público, convirtiéndola en algo así como asito de pensionados, según dió entender un periódico de la capital. No trato de entablar polémica sobre el particular, porque seria haldia, una vez que el señor Meza ha defendido con la exactitud de los nuimeros su obra unida a la de sus subalternos, hasta demostrar la injusticia del ataque.
Va que, por la actuai penuria dei tesoro nacional, no es posible el mayor fomento de la oficina de los Archivos Nacionales, que se le mantenga en su nodesta situación, mientras llega la oportunidad de llenar, con toda amplitud, esa exigencia pública, comenzando por construir un segundo piso en el edificio actralya que este es de todo punto insuficiente para contener los miles de expedientes que allí existen y los que diariamente se reciben de diversas oficinas de Ja administración del Estado, al extremo de que falta espacio hasta para moverse, qué mucho que pudiera colocarse allí el museo, que es como su complemento!
Toxio está ocupado, en verdad: pero la atinada dirección del sen Meza ha despejado el caos que antaño parecia prevalecer, de tal manera que encontrar un expediente, veces, equivalia desentrañar de la tierra la piedra Slosofal.
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