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3742 PÁGINAS ILUSTRADAS con que recorre el mundo, hasta Natura pierde el impetu fecundo que hace estallar la vida en ráfagas de amor?
No era esa imperio el tuyo: el tuyo era de flores: mil fuerzas misteriosas en locos surtidores sus lenguas agitaban en torno de tu sér: era la vida ardiente que en ancha vena rota del vaso desbordante de tu existencia brota, en ricas primaveras ya pronta a florecer.
No te excitaba el hado loco desvario, haciéndote promesas de insano poderio.
de gloria sanguinaria, de trágico laurel; no es grande el ambicioso de gloria o servidumbre que en sus soberbios pujos por alcanzar la cumbre sobre la humana estirpe levanta su escabel.
Cuanto tiene, el destino te daba manos llenas: el oro que se cuaja en límpidas patenas bajo tu suelo hervia como átomos de sol; insignia de tu rango de reina de dos mares, para tejer cintillos, ajorcas y collares.
guardabas tú mil perlas de vivo tornasol.
En tu solar, repleto de germen y pujanza, compiten bajo el árbol de bíblica esperanza la mente soñadora el músculo tenaz; porque en tu suelo puso el genio del trabajo, sobre la ciencia grave sobre el duro tajo.
arco iris que promete un sol de eterna paz.
Sí, patria, tú ceñías el cinturón de oro que. Venus hizo dueña del piélago sonoro donde rodó su carro de espumas y coral; pero, indolente o sorda.
acaso no entendías la voz de los dos mares que en rotas armonias cantaban tu destino con lengua de cristal. or eso al verte, henchida de fuego repentino.
regir con fe la nave que lleva tu destino.
tus hijos te aclamamos con intima efusión: radiante la mirada, resuelto el continente; va no eres, no, con10 el miserable cliente que marcha resignado zaga del patrón.
Señora de tu suelo, altiva, si risueña.
en lo alto de una cumbre eriges hoy la enseña

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