3774 PÁGINAS ILUSTRADAS AD. Justo Sacio Ayer las leyes con sus frases áridas; Hoy el comercio con sus breves números En intimo consorcio antipoético, Enmudecieron mi ya sorda citara; Pero llegó tu Musa inspiradísima melodiosa alzó su voz armónica: Entonces vi palidecer los códigos vi ruborizarse la aritmética.
Mi sér volvió con tu sonoro cántico la vida del alma, del espíritu, Dándole tregua por un lapso al cálculo volviendo la espalda a la hermenéutica.
Por eso puedo en esta fiesta clásica Dedicarte estos míseros esdrújulos, Que yo bien sé no tienen otro mérito Que el ser ofrenda para tu arpa eólica. VILLALAZ No es que me resista acudir presuroso al gran banquete: para algo me habéis hecho ateneista y puéstome en la lista con el nombre fatal de clarinete.
Mas tayl que por ahora mi música no es grata ni poética.
La musa tentadora huye indignada, y llora para darle paso la aritmética. la ciencia prosaica me sujeta con esos silogismos que definen el pan y la peseta. la hora en que brindéis por el poeta andaré yo enredado en los guarismos.
Pero si el tiempo no me deja libre el mas pequeño espacio, la copa elevaré que me equilibre y con acento brindaré, que vibre, por el vate genial don Justo Facio.
ZACARIAS CARBO Adiós Cuando en el dorso de la mar airada El barco se columpie, en que te alejas, Fija sobre las ondas tu mirada piensa en que me dejas.
Piensa que de esas aguas en la orilla Estaré, con la pena que me abruma, Acechando la ola que la quilla De tu nave hace espuma.
Porque esa espuma que en la estela flota La ilusión, para mi, de tu alma tiene, Que en mil fragmentos por la ausencia rota decirme adiós. viene. quiero, al contemplar sobre mi mano De esa ola los pálidos despojos, Ver en ellos el iris soberano Del rayo de tus ojos.
SAMUEL LEWIS