PÁGINAS ILUSTRADAS 3817 ler tutor que sostiene y dirige esas jóvenes plantas, abandonadas veces, y que tenéis el deber imperioso de hacer crecer y fructificar.
Los viejos deben ser los intermediarios entre el cielo y la tierra, y los más jóvenes deben consultarles y oirles con el respeto que merecen todos los que tienen la experiencia de la vida y como una vislumbre del más allá.
La sabiduría debe residir en vosotros que sois los viejos y el peso de vuestras palabras debe ser siempre una prueba del justo equilibrio de vuestras facultades, que ninguna tempestad deberá conmover.
Pensad que se necesita más voluntad y firmeza para ser dulce que para ser fuerte.
La violencia y la cólera son malas consejeras. Sembrad vientos y recogeréis tempestades: sembrad sonrisas y haréis nacer alrededor de vosy otros la ternura y el amor.
2S, el tu or le no las na El erdes Recuerdo mi amigo de infancia Aquileo Echeverría No volverias. pues tu viaje era para el Cielo. morada y centro de la poesia.
na; sese en.
ede las Así los dos lo presentiamos la víspera y el dia de tu partida. Gran genio, cristiano y católico fervoroso! Al viaje te preparaste confesándote con tu amigo de infancia, y lleno de gran fe recibiste de mi mano la Santa Comunión, Pan de los fuertes, que tanto valor te diera para estrechar en tus brazos y dar el último adiós los seres para ti en el mundo más queridos. tu anciano padre. tu esposa. tus hijos. hermanos y amigos. ya lejos. cuánto te agradecia no me olvidaras. Recordabas, sí, tu amigo. recordabas el santuario de La Soledad y para su turno le enviaste el precioso juego para niños que debe rifarse. y hoy precio de oro. Yo tampoco te olvidé y jamás lo podré, hasta vernos en el Cielo.
las 10, rio sisV es, haDoctor RICARDO ZÚÑIGA, Presbitero cai.
ad TOSan José, 15 de marzo de 1909 ero