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3908 PAGINAS ILUSTRADAS No há muchos días lei en El Constitucional de Caracas (Venezuela. en uno de los artículos demoledores de Ariel este es un seudónimoque en Cuba no existen poetas; esta es una falsedad apasionada flaca: Cuba tiene cantores como el notable Uhrbach, que bien pueden aupar al escritor del diario caraqueño.
Vayan para el bardo de Amor de Ensueño y de Romanticismo un par de golondrinas heráldicas y conduzcanle en sus alas mis ardientes parabienes, y las gracias por el envío, el cual es ánfora de alabastro muy digna de Petronio o de un vencedor en los juegos olímpicos de Atenas.
LISIMACO CHAVARRÍA EL ATENEO DE COSTA RICA Es un ilustre Centro literario. Antonio Zambrana el Aquiles de la tribuna es su Presidente honorario, y Justo Facio el impecable lirico ha llevado desde hace mucho tiempo la Presidencia efectiva. En esa eximia casa ha descollado con brillo y gloria la flor de la intelectualidad costarricense. Poesia, arte, ciencia todo ha florecido alli: verso, pluma, perla y flor, como ha dicho el poeta. El apóstrofe de oro de Zambrana, el verso de Facio, el poema de Chavarría y la prosa de Ureña: el cuento de Troyo como un lienzo de esmeralda, la tradición de Barrantes como odre con olor a higo viejo: armonia y color, línea y bronce: toda la constelación de astros de un pequeño Parnaso, todo el coro de dioses de un risueño Olimpo. Zambrana el viejo león de la elocuencia que tiene ala de condor y trino de ruiseñor, con apóstrofes que son versos de Pindaro y estrofas que son filigranas de Benvenuto: seda y acero, miel y bronce: apostrofe de ravos y truenos, como los del Castelar que canta la Apocalipsis: alto y sonoro como encina de la Atica, en que se cuentan amores los turpiales: tumultuoso verbo que se encrespa como el coro de las ondas del mar: formidable elocuencia que encarna fuego olimpico: inspiración terrible como el sueño de un arcángel que hace fulminar relámpagos en las noches de la libertad. El verso de Facio es un mármol helénico; verso de diamante y lirio, como prisma de Ópalo en que juega el iris: zafiro con tonos de agua celeste, más azul que un trozo de mar: ánfora de rosa en que bulle aroma de vino viejo y olor de moreras: árbol cuyo dombo de esmeralda es tan verde como un pino del mar de Ulises. si la prosa de Ureña es urna de madrigales mariposa de oro como una tarde de Puntarenas, Chavarria funde en su verso todo el metal de los bosques y la pedreria de los cielos: busca el pájaro que lleva pedazos de sol en su ala: busca el canto argentino de la calandria que se posa en el limonero: ama la frescura de la sierra y el espejo de plata de los ríos: su flauta cortada en los juncales es de caña salvaje y por eso tiene la armonia de la alondra. Chavarria es un poeta de fama: su acuarela es tan dulce como un tono de amatista y como un tinte de margarita: cuando no es azuce.
na tiembla en el trébol de oro. Tropical y luminosa, como los ramilletes de azahar, como los tallos de jacintos, como las ramas de campanulas. Así es su verso: sabe miel de abeja y perfume de uva: se cria como el roble y da botones como el rosal: copia la enredadera en la linfa celeste y atesora más cantos que el cacique de Nicova. Un aire de balada sopla en su canto montañés y su silva es como liana que se prende al tronco de un encino. como tiene por maestro al San Carlos, se remonta en su canoa hasta los bosques de Talamanca y teje collares de Ópalo con las gotas de rocío. Poetas asi harán del Ateneo un templo. darán gloria a la patria. RAFAEL VALLE. De La República, Méjico.

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