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PÁGINAS ILUSTRADAS 4055 ocasión de saborearlo a placer, una vez que se haga la publicación del bello trozo literario.
Romanza del amigo Fritz, por la señora de Rocca San Felice. La voz de Zelmira ha sido y es de nuestra predilección. Su sonoridad exquisita repercute en nuestra alma como el arpegio canoro de una ave que tuviese en nuestro jardin el poder misterioso de cantar alegrias y de musitar tristezas, según que nuestro espiritu esté para reir para derramar lágrimas. Tanto ese número como el que le tocó desempeñar en el Dúo de Gioconda, con la señorita Petra Rosat, estuvieron excelentes.
Hablemos de la señorita Rosat. Nos deleitó el aria da Favorita cantada con su excelente voz de contralto así como el dúo que nos hemos referido, le hizo escuchar merecidos aplausos.
Se los tributamos también muy numerosos, muy entusiastas, don Juan Loots.
Aquella Fantasia Pastoral Húngura que desgrano con maestria su delicadisima flauta, llevonos de veras un momento eglógico, y sentimos como debió sentirlo Papler, la ternura del pastor que llama.
Silicio a Galatea, Tirreno Fierida, Alci.
no Filis. El maestro Loots nos proporcionó esa noche verdaderos momentos deleitosos, por medio de los profesores que ha llegado a formar de nuestros músicos. Sentimos intensamente las escenas alsacianas: y hubo momentos en que con Massenet, exclamamos: Alsacia! Alsacia! confieso que al oir el desempeño de Bohemia, quedéme prendado: no creia que fue ra tan bien interpretada por aquellos músi.
cos mi ópera favorita, la música desbor.
dante, caprichosa y tierna del gran Puccini.
sonas que de ese modo artístico y simbóli.
co, le felicitaban.
Siguió después la entrega de remios para los vencedores en el concurso cientifico literario, en este orden: Ingenieros don Luis Matamoros y don Enrique Jiménez Nuñez, por su trabajo sobre el empleo de las fuerzas hidráulicas en Costa Rica; Lisimaco, menciones honoríficas por sus poemas Los Carboneros y Palabras de la Momia; don Carlos Gagini, por su novela Paris; don Manuel González Zeledón y don Gonzalo Sanchez, menciones honorificas por sus novelas sobre tema nacional; don Pablo Biolley, una medalla de oro por su trabajo sobre «Orquídeas de Costa Rica; y los señores Solón Núñez, el primer premio por su tribajo sobre Educación de los Niños, y don Enrique Jiménez, mención hono rifica, por el mismo tema. El acto fué solemnizado por los aplausos que a los vio toriosos otorgaba el público. faltándome muy poco espacio para llenar el de que dispongo, perdóneseme que de un modo sonero, consigne los otros números del programa.
La muy distinguida señora, doña Mercedes Leary de Tucker, quien tuvo la exquisita amabilidad de acompañar en el piano los números cantantes, desempeño también un número especial: Rhapsodie Hangroise No 12, de Liszt, que, si no ser mi falta de idoncidad en la extraña y complicada música, clogiaria como se lo merece. Haciéndome eco del pensar general, diré que gustó y fue muy aplaudida.
Don Samuel Montandón, barítono de voz potente, supo agradar al público interpretando muy bien la Romanza de Hernani.
Para la exhibición de retratos del concurso de belleza se tropezó con innúmeras dificultades, que no obstaron para revestir el acto del interés que consiguió.
Cuando fué exhibido el de la victoriosa doña Anita García de Hine, el frenesi de los aplausos llegó a su colmo. De Costa Rica había de ser la dama que obtuviese tal predominio.
En la entrega de premios del concurso atlético, recibieron medalla de oro, don Oscar Martinez, don Alberto Moreno, don Francisco de la Guardia, don Roberto FiTocó Lisimaco Chavarria el número de la segunda parte. Después de la recitación de la hermosa poesia laureada, EL Poema del Agua. que va habrá de leerse publicado en nuestras PAGINAS, la Reina prendió en su solapa la flor natural, un lindo pensamiento de oro con un brillante, debido a la habil dirección del joyero don Ramón Ortiz; en ese mismo instante alguien puso en manos del poeta una bella lira de flores, obsequio de algunas per
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