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4056 PAGINAS ILUSTRADAS gueredo y un niño Coto; el III Año del Liceo de Costa Rica, una copa de plata.
No dejaremos pasar sin comentario en la primera repartición de premios la luminosa idea de don Próspero Calderón, acogida con entusiasmo por Mr. Hitchcock, de otorgar el premio desierto, de doscientos cincuenta colones para el Himno la Independencia de Centro América, al Asi lo de Infancia, en cuya representación un niño descalzo y mal vestido se presentó en la escena recibir la cantidad susodi.
cha. Pocos pararon mientes en ese hermoso detalle.
La grandiosa fiesta concluyó cerca de la una de la mañana. Hacer de ella nuevos comentarios, una vez que ellos han menudeado en la Prensa y en el público, seria ocioso. Baste con lo dicho, para comprender que en la carrera de la civilización, que en el éxodo de Costa Rica hacia el triunfo de las artes y de las ciencias, nuestra querida Patria ha conquistado un nuevo punto de ventaja.
Loor, con ese motivo, al abnegado Director de PÁGINAS ILUSTRADAS.
na de luto a la Nación de México, nuestra hermana del Norte, con motivo de las inundaciones de Monterrev. Victimas incontables han ido sumándose día tras día al pavoroso cuadro; pérdidas fabulosas, el afligido pueblo computa en sus libros al Debe. Dicen las últimas noticias que han sido encontrados 700 cadiveres, que se buscan más, que 1, 500 casas han sido destruidas, que hay 10. 000 personas sin hogar y que las pérdidas son de veinte mi ilones de dólares. Estadistica horrible!
Qué ley de venganza y de exterminio promulgan los Hados en el momento histórico presente Aver España, un poco antes California, hoy México. Dios mío, mañana? Si algo pudiera hacer esta sincera manifestación de simpatía y condolencia en beneficio de aquella hermosa Patria. Tercera. No debemos pasar sin co mentario, la inauguración del edificio escolar Mauro Fernández. El apóstol de nuestra enseñanza pública ha tenido al fin, en la capital de Costa Rica, el mejor mo.
numento que podia aspirar. Alguien dijo que si don Mauro Fernández se le hubiese preguntado por sus joyas, habria mostrado las rubias cabecitas de dos educandos y exclamado como Cornelia al presentar a sus hijos: Estas son mis joyas.
Cierto. La gloria de ese varón ilustre no habrá de pregonarla una diosa con su clarin sonoro, sino cada boca que habiéndo.
se acostumbrado no decir otra cosa que duros vocablos, entra en la escuela, y sale de ella después de haber aprendido combinar vocales y consonantes, y luego escribir en su corazón estas dulces pala.
bras: Mauro Fernández. cuarta úllima. PÁGINAS ILUSTRADAS pone en mi pluma una gota de llanto para que con ella escriba el adiós de despedida para el ilustre Cónsul Americano que acaba de dejarnos, después de haber confundido sus afecciones con nosotros y de haber sembrado en éste que fue su jar din predilecto, tantas hermosas flores de simpatia y de admiración. Ojalá una vez que ha regresado si su tierra natal, no se Olvide de nosotros, y crea que en Costa Rica tiene, no un hogar, sino muchos, donde ofrecer descanso a las penalidades de su veneranda vejez.
Hasta mi próxima. COLOMBINI Cuatro cuartillas aún, y fino los conceptos de mi abigarrada crónica.
La primera. No debe irseme por alto hablar del precioso baile con que en los salones del Club Social, una buena parte de la juventud luchadora de San José festejó el aniversario de nuestra emancipación. Debo confesar que nunca asistí fiesta que reuniese. como aquélla, todos los elementos indispensables para trasportarnos en cuerpo y alma a una de esos instantes tras los cuales el hombre va en peregrinación por los vermos de la vi da, ansiándoles con inusitado afán: un instante feliz. Confieso que no haber sido por las rigurosas prescripciones que encierran nuestra vida en un molde de tiempo y de espacio, y que si al hombre le fuese dable escoger el momento en que habría de continuar para la eternidad, aquellas pocas horas que pasamos en el Club Social, las hubiéramos querido eternas.
La segunda. Para referirme, aunque la lijera, al volar de la pluma, diria otroa la catástrofe que tiene consternada y lle
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