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PÁGINAS ILUSTRADAS 4143 Aromas de Juventud Vuelvo a leer las cartas que escribiste Con temblorosa mano En los tiempos aquellos los dichosos! En que me amo tu corazón ingrato.
Cuintas dulces mentiras guardan ellas De un hermoso pasado!
Cuánto veneno oculto entre sus lineas Como un insecto en un fragante nardo. Há mucho tiempo ya! Sobre tu frente De palidez de mármol La juvenil corona refulgia Como en el cielo de la tarde un astro. eran entonces negros mis cabellos Que el dolor volvió canos. vivo fuego de un altar guardaba Mi corazón, hoy frío, sui entusiasmo. Há mucho tiempo va! No conocías Entonces otro amado Que el que cantó sus versos tu oido, Como plegaria de maternos labios. Há mucho tiempo ya! Tú no soñabas Con pompa y lujo vano: No eras entonces la opulenta rosa Sino el modesto lirio de los campos.
No eras el sol que en el cenit derrama Sus quemadores rayos, Sino la luna pálida que riela Sobre el espejo nítido del lago. No esperé tu traición! Cavo tu olvido Como un obscuro manto, Como un manto de sombras en mi vida, lágrimas y hiel puso en mi vaso.
Oh, cuántos años han corrido! Como Invoco aquel lejano Amanecer de existencia mia, LiExplosión de perfumes y de cantos!
Cuando la envidia y el rencor vel odio Lebreles que ladraron Al iguila en sus impetus altivos Quisieron te se impedir mi paso, Para Paigimas nada No fuiste para mí Santa Teresa Que abre sus dulces brazos: Fuiste Judas jaquel que al buen rabino Traiciona con el beso de sus labios!
Hoy tú las fiestas del Amor presides, triste y olvidado Voy por la vida yo como una sombra, Nota perdida en el concierto humano!
Ya la gloria que anhelé de niño No aspiro al dulce halago: Yo sé que vanidad de vanidades Es la corona de laurel del bardo.
Las voces infantiles que te llaman Con el nombre sagrado De madre cuán siniestras en mi oido Resuenan jay! en mi dolor tirano!
Cuando juntas al labio del esposo El tuyo perfumado No piensas en tus besos de otros dias.
En los besos primeros de tus labios?
DI, se logra olvidar quien eterna Constancia se ha jurado, Al que bebió las lágrimas primeras Que nuestros ojos tristes derramaron Al que de lilas y fragantes rosas Alfombró nuestro paso, murmuro una frase nuestro oldo Que halago nuestro oído con un canto Di, se logra olvidar? De la ventura No turba el sueño blando El sollozo de aquel en cuyo pecho Nuestro aleve punal ha penetrado Oh, no. No expulsaras va mi recuerdo!
El calor de mi mano En la tuya quedo, como la esencia, Marchita va la flor, queda en el frasco.
Vuelvo a leer tus cartas. Oh, si fuera Presente aquel pasado, Aunque se hiciera el corazón mañana Por tu cobarde ingratitud, pedazos!
DAVID CHUMACEIRO

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